Inicio con
un retrato clásico de una muy joven Gloria Grahame.
Obviamente el color de los ojos es una licencia a mi afición a los verdes.
Fuego como modo rápido de disminuir el blanco y
una base de papel batik amarillo chillón, porque el color condiciona toda la gama de la paleta (o se supone...)
Ahora a dibujar angelitos alrededor del retrato, en definitiva, muchos angelitos. No es que me haya despertado en extrema esperitualidad, es sólo que alguien me dijo hace poco que cuando encontrás una pluma en el suelo es que te sobrevoló un arcangel. En mi casa hay, desde hace años, una plaga de palomas, por lo que el plumerío sería lógico atribuirlo a causas mas naturales que espirituales, pero qué se yo. Mi actual retrato en amarillo tendrá muchos angelitos.
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