lunes, 30 de octubre de 2017








     ¿Está mal que a mi edad (¡tengo demasiados años!) ya no tenga ganas de hacer lo que debo y priorice hacer lo que quiero?  Aunque ni siquiera eso, no puedo hacer lo que quiero pero me niego a hacer lo que debo.  Que mal…

 
     Es como una rebelión inconsciente.  Acato horarios, me dispongo a cumplir con mis obligaciones civiles (ganar el pan con el sudor de la frente y todo el dichoso karma de bienaventurados los que sufren y sufren y sufren…), me resigno al destino y nada.  El cerebro no me funciona. Vengo, tributo mi tiempo al deber y lo desperdicio en la más absoluta inacción.  ¿Por qué?  Porque quisiera estar en otro lugar, haciendo otra cosa.  Pero no puedo.  Y mi cabeza y mi cuerpo se han declarado en boicot.  Nada.  Hoy soy incapaz de hacer nada.  El deber tendrá muy buena prensa pero  no tiene ningún poder sobre el maremágnum de mi hastío.  Que mal comienzo de semana…
 
 
 
 
  
 
 
 
 
 
 

domingo, 29 de octubre de 2017






































     ¡Gracias gente!  Excesivamente generosos para conmigo.

 Thanks people! Excessively generous to me.















sábado, 28 de octubre de 2017


     Un poco de trabajo sobre mi rollo de cocina Sirena con Zapato












     Antes de continuar tengo que diseñar las manos sí o sí.  Es imposible apreciar lo que se va haciendo con esos brazos.




viernes, 27 de octubre de 2017



     “…La vida me ha enseñado que tengo un mecanismo insertado en algún lugar impermeable a la experiencia que me impide hacer cuanto pudiera redundar en mi provecho y me fuerza a seguir los impulsos más insensatos y las más nocivas tendencias naturales…”

Eduardo Mendoza, El laberinto de las aceitunas, Editorial Planeta SA, Barcelona, 2014, página 173
     





     Hoy traje de regreso a casa a mi Caballito de Carrusel.  Considerando que estuvo doce días a la intemperie, que en ese período hubo un par de tormentas y que anoche y esta mañana llovió duro y parejo, ha sobrevivido la experiencia.  Una de sus patas se deterioró un poco, algunas crines se saltaron y el pie (que ya estaba chueco e inestable desde antes de irse) debe ser reconstruido totalmente.  Pero, pese a eso y dadas las circunstancias, mi Caballito está muy bien. 


     Quedará en la mesa de mi taller un par de días (primero para que seque, después para recauchutarlo un poco, sobre todo porque lo extrañé bastante y quiero tenerlo a la vista antes de volver a enclaustrarlo en un baño para que no estorbe).  En contra de todo sentido común y derrotando  los agoreros pronósticos -que fueron muchos- la aventura de mi Caballito en el Hipódromo de Palermo ha sido muy satisfactoria.












miércoles, 25 de octubre de 2017


Avances de final de tarde.

     Estructuramos el corpiño y las caderas con las soguitas que fungen de manijas de las bolsas de cartón de las tiendas  y con más rollo de cocina la cabeza:






     Agregamos la nariz  con cartón antes de momificarla con cinta de papel:







     Y aprovechando la soleada tarde de primavera, que permite que la carta pesta seque y pueda agregarse el acrílico para fijar y delimitar  con color, la Sirena del Zapato va tomado forma:











     Buscando otra cosa encontré una horma de zapato de telgopor. Si mal no recuerdo,venía de relleno de una sandalia de tiritas; debiera haber dos pero la otra no apareció. Y conforme a mi lógica, no pude dejarla en paz.

    Con otro pedazo de telgopor a guisa de taco, la plantilla con una hoja de carpeta cuadriculada y el aro vacío de una cinta de papel, estructuré una especie de bota:








     Agregamos un voladito de tela





     Y algo de pintura para un primer posicionamiento de zonas







    Siguiendo mi razonamiento, la bota es un “pie” ideal para otra de mis chicas de Rollo de Cocina.  Pero a manera de mascarón de proa, emergiendo del talón y del taco.  Y al asociar con barcos mi chica tenía que tornarse (de verdad, es muy lógico a mi manera de ver) en una sirena.  Y para ese lado fuimos con los rollos y las servilletas de papel:
















      ¿Cuál es el plan con todo esto?  Ningún plan.  Estoy jugando.  Puede salir bien o un nuevo mamarracho que irá a la basura o a un rincón con los inconclusos.  Pero de momento, juego.