domingo, 16 de abril de 2023

 






     Postulé mi Circo de Papel para la Semana del Arte 2023, evento organizado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (https://buenosaires.gob.ar/cultura/convocatoria-federal-abierta-semana-del-arte-2023).  Presenté propuesta para instalación o en vidriera de las Galerías Pacíficos o para el Paseo de los Carruajes, ambos emplazamientos cubiertos ya que iría con obra bidimensional enmarcada y mis esculturas de papel y la intemperie, sabemos, no es aconsejable.







 

     Pero, aunque me entusiasma la posibilidad, soy muy consciente que mis chances de ser elegida son como una en un millón.  No es falta de fe es conocimiento de los bueyes con que se aran por estos lados.  ¿Se me permite ser conspiranoica?  Primero, el modo de presentación de postulaciones: ¡ni Kafka!  Todo en línea, por una plataforma gubernamental de trámites a distancia que te exige clave fiscal nacional (AFIP) para el primer acceso y luego crear una clave interna para expedientes por ante el Gobierno de la Ciudad (AGIP).  Intrincado no alcanza para definirlo.  Si, te ponen un tutorial en la convocatoria.  Si no anduviera en mi trabajo civil enredada en este tipo de cosas me hubiera sido imposible entender como acceder para postular.  Artistas que se dedican sólo al arte, ni me imagino.







 


     Entonces, es obvio para mi que esa dificultad de acceso es intencional, es el filtro para asegurarse que postulen muy pocoss.  Y que la mayoría de los que lo hagan sean personas que ya andan haciendo cosas con la Ciudad.  Los amigos de siempre.  La mafia del amor Rodrigo Cañete dixit.  Y si me dejó ganar por el cinismo (y la experiencia de demasiados años) concluyo en que los nombres de los seleccionados ya están puestos antes de abrir la convocatoria pública.

     Pero así somos: se que no hay posibilidad alguna pero igual lo intento.  ¿Por qué?  Por vocación y costumbre al rechazo, ¿qué más?







     Mención aparte merece una de las declaraciones juradas que se le exige cumplimentar al postulante:  que no trabajes para el Gobierno de la Ciudad, que no tengas parientes en el jurado -todo para que no haya posibilidad de arreglo previo (¡ja!)- y después el sorprendente que no “registren condena por delito culposo o doloso, con sentencia firme en ejecución del fuero criminal y correccional y/o penal económico.” Me temo, amigo Caravaggio, que no estás habilitado para hacer y mostrar arte en CABA.  ¿De dónde salió tamaño disparate?  La generación de cristal tiene vía libre para la discriminación y la cancelación más estúpida que se pueda concebir.

     Después te agregan que si sos “evasor o deudor moroso impositivo o previsional o deudor moroso del Fisco Nacional o del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por decisión judicial o administrativa firme”, tampoco podés postular.  Qué tendrá que ver con el arte (con el arte verdadero, no con los negociados de siempre para favorecer amigos).  Muy lindo todo.   Se ha bajado el nivel general a cachivache en su más básica expresión.  Así estamos.






      Igual postulamos, igual ideamos mentalmente puestas cuidadosas para el mayor lucimiento de la obra.  Igual esperamos las fechas de notificación para confirmar rechazos que ya intuimos desde antes.  Es lo que hacemos.  Es lo que somos.


























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