Avances de fin de semana
La obra busca unificar el
revoltijo de mis alegres incongruencias.
El color y algunas líneas se mixturizan, se entrecruzan imágenes para ir
dejando sólo mínimos sectores con el papel base desnudo.
Muchas veces es el blanco del papel sin trabajar el que queda como suave
textura de piel en los rostros. Cuesta
mantenerlo limpio tras la intervención descontrolada del fuego y el agua (agua para apagar el fuego, agua para ayudar
a adherir el papel industrializado al papel artesanal, agua para limpiar el exceso
de pegamento, agua para trazar con acuarela el paisaje, agua para difuminar los
lápices acuarelables, agua que cuando toca la tinta desparrama sin remedio…),
más mi innata torpeza de arrastrar la pintura con los antebrazos. Es un desafío, la misión casi imposible de
hacer todo el despliegue errático y desbordado en el contorno, superponiendo texturas y disciplinas sin pudor, pero resguardando
en el retrato central él mínimo absoluto de la acción creativa. En eso estamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario