Tristeza infinita. ¿Cómo podemos
permitir que sucedan estas tragedias? Ya
por acción (como responsables del cambio climático)
ya por omisión (no realizar las obras idóneas
para mitigar los efectos nocivos de los fenómenos naturales) es totalmente imperdonable.
Entretanto, por estos lados del planeta, la barbarie de grupos minoritarios
y ultra-violentos destruye por destruir.
La pantalla reproduce desde hace semanas patrimonio histórico-cultural latinoamericano
arrasado por la turba y por el fuego.
¿Para qué? ¿Qué se gana con
eso? ¿Se tiene más razón si uno incendia
una iglesia centenaria o demuele a palazos la fachada de un edificio? Incomprensible. Y también imperdonable. Por estos días uno se siente totalmente a
contramano del mundo, absolutamente desconsolado. Testigo de un triste espectáculo que nunca
quiso presenciar.
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