Seguimos. Recargando.
¿Por qué “más” es malo y “menos” mejor? Acepto que el exceso, cuando desborda,
arruina cualquier equilibrio estético, pero si uno logra detenerse a tiempo el
resultado puede ser muy atractivo.
Si yo hubiese
hecho terapia alguna vez seguramente me habrían obligado a analizar el porqué
de esta tendencia a superponer y superponer cosas. Seguramente también hubiéramos arribado al
cliché de los traumas infantiles y a mi temprana perdida de -supuestamente- todo
para signar mi condición de nada.
Y la nada (el vacío) es insoportable para la naturaleza y
propende a llenarlo. La abundancia, de
lo que sea, sería mi respuesta inconsciente a eso. O no.
Afortunadamente nunca hice terapia.
Sigo con mi
retrato influenciado por el art-decó:
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