lunes, 8 de mayo de 2023

 


     Estaba muy enojada por la censura constante que hace Instagram de mis obras cuando se tratan de desnudos.  Insisto y pido revisión porque entiendo que mis desnudos no son “pornográficos” ni ofensivos en forma alguna.   Pero igual me los censuran, lo que me genera la urgente necesidad de pintar más desnudos.  Estaba en eso, boceté una espalda pero se me ocurrió pegarla sobre un cartón remanente de una presentación universitaria que rondaba por mi taller.  ¿Por qué?  Porque el cartoncito andaba por ahí y era de un tamaño que me es cómodo y a las cosas que ya no sirven hay que darles utilidad, entonces…






















 

     La cuestión es que adherí mi boceto pero me quedaba mucho fondo; adherí un pedazo de partitura musical; pero los fragmentos de la lámina impresa original me seeguían distrayendo.  Decidí darle un marco a la figura femenina, y empecé a dibujar un diseño complejo en todo el contorno.  En realidad, reconozco que ese dibujo intrincado fue la verdadera razón de todo, que pelear contra el impreso  limpiándolo con un dibujo en tinta y acrílico blanco era un desafío lo suficientemente atractivo para hacerme olvidar de la odiosa censura.













































 


     Ahora que di por concluido el entorno puedo dedicarme al desnudo, objetivo inicial del asunto.  Y quién sabe si eso será tan divertido como todo lo demás.












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