Acabo de cubrir la reserva para incorporarme al proyecto Latin Blood que organiza la galería de arte chilena South Trip Art Gallery para su exhibición el próximo año en Venecia.

     Si bien parecería que hay tiempo para elaborar las pequeñas obras (15X15 cms. cada una), pudiendo intentar varias versiones antes de definir mi envío, la cantidad de complicaciones logísticas que me esperan  para el traslado de las obras me obliga adelantar el trabajo.  Hoy puntalmente tengo un nivel muy bajo de fe en que cualquier cosa mía pueda salir del país.  Pero habrá que ver que nos provee el destino, de momento me dedico a deliniar mi propuesta.

      La curadora de Latin Blood propone dos opciones a los artistas que quieran participar: 8 obras o 4 obras 15X15.  Voy por la más económica (mi presupuesto me condiciona y las dificultades de hacer pagos y envíos al exterior me quita la energía para el esfuerzo de intentar más).  Como vengo haciendo, mi plan inicial es usar los cuatro fragmentos para una obra mas grande (30X30), pero que en la división de cuartos cada pedacito tenga su independencia visual. 

     Intenté comprar bastidores entelados de la medida indicada, pero mi proveedor habitual no tenía y buscando por mi zona tampoco encontré.  Obviamente no serán obras sobre bastidor. Lo había pensado para simplificar la cuelga, pero si no hay, no hay.  Vamos sobre sólo papel y ya veremos como lo disponemos para una cuelga fácil y segura.

     Opto por  retomar mi serie Borgeanas, sintiendo que nada me permitirá reflejar mejor mi identidad de argentina y ciudadana de Buenos Aires.  Retomo un retrato que siempre ha sido mi favorito, dispuesta a completar el diseño con el sueño de ser argentino, ese acto de fe Borges dixit.

     Tal vez -dudo por un instante- ser argentino podría parecer poco latino, pero descarto el pensamiento de inmediato.  Yo soy latina (definitivamente, de múltiples generaciones nacidas en estas tierras) y soy argentina, no veo porque  reflejando mi realidad indiscutible no cubriría las consignas del proyecto.  Desoigo  prejuicios y sigo.

     Boceto inicial, que corto en cuartos, preparo papel batik verde base (por su estabilidad) y recorto una partitura en cuadraditos de 15X15.  Quemo el boceto y las partituras, que irán entremedio de los otros dos papeles, para colarse en el diseño como música de fondo.

     Unifico el conjunto con fragmentos de laberintos y rejas ornamentadas, tan porteñas, en un negro mate para delimitarme sectores donde poder trazar otras imágenes.  Hasta acá creo que vamos bien.