Avanzo por disciplina de trabajo no por convicción.  Decido ir en paralelo con las dos posibilidades que traigo entre manos, Plan A y Plan B, después se verá cual es mejor (aun cuando se que ambos pecan de espanto circunstancial y seguramente vayan a la pila del abandono).

     Quemo el diseño recuperado de mi Plan B, porque el fuego siempre es un aliado que disimula y profundiza.  Adhiero otro papel de color y, que se yo, tal vez pueda algo salir de ahí.  Pero nada me convence del todo.  Necesito que haya más, algo que me defina, ese "soy yo y acá estoy" que no encuentro.  Fallo en ese pensar por afuera de la caja.  Dios santo, parezco la cruza fallida entre una charla Ted y un libro de autoayuda…

 

    Y así funciona mi cabeza.  Tal vez no sepa pensar afuera de la caja pero literalmente una caja pueda ser la solución a eso que estoy buscando sin saber qué es.

 

      La medida del papel, 15X15 cms., es demasiado pequeña para las mixturas que me gustan y que quiero desplegar en la composición.  No tengo espacio ni sostén, estoy tan limitada que el ahogo me paraliza.  Pero… si compro cajas de fibro-fácil de 15X15 y uso  tapas y bases por  separado, como contenedores de las pequeñas láminas, podría estar consiguiendo refuerzo en el soporte y espacio de acción en los laterales.   Quizá agregar imágenes flotantes sobre acetato cristal, como si fuera un diorama.  No es por “afuera”, sino por “dentro” de la caja donde tal vez esté la solución a mi traba creativa.

 

     Vuelvo al Plan A, mi nueva versión de Borgeanas.  Dispongo las pequeñas láminas en las tapas de las cajas.  En su momento puedo adherirlas a la base, por ahora pinto de negro los lados internos y los lados que continúan el diseño, nada que distraiga que las cuatro forman una unidad partida.  En los dos lados exteriores, a guisa de marco, adhiero estampillas del siglo 20, contemporáneas a Borges.  Me empieza a gustar.  Quizá haya una chance de lograr algo interesante para enviar a Venecia.

 

     Piezas de ajedrez y, puede que me extienda sobre el piso de madera.  Una rosa de los vientos que cruce todo el lado derecho del conjunto.

 

     Seguimos....