domingo, 12 de noviembre de 2023

 

      De vuelta a hacer lo que más nos gusta, sólo por el placer de privilegiar nuestros caprichos por sobre toda teoría y concepto.  Retratos apacibles, fuego y papeles de colores, ¿qué más se necesita cuando uno sólo tiene ganas de jugar?

 




























































































      Si querés intelectualizamos, cómo no: es muy posible que me esté consolando, que mis traumas infantiles de abuso parental narcisista me hayan dejado tan rota que constantemente estoy tratando de reconstruirme.  Qué la imagen bella, frágil y prolija que pretende la composición sea esa fachada detrás de la que me vi obligada a vivir fingiendo.  Que las sirenas más que canto entonen un grito de auxilio.  O no, tal vez sea una trampa y yo esté, simplemente, jugando.  Nec Timeo Nec Sperno, no temo ni desespero. El latín es tan Inspector Morse que no puedo resistirme.  Las sirenas siempre han sido símbolo de elocuencia (y de engaño) y Pegaso no teme volar hacia el sol.















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