Arrancamos
oficialmente con la organización de la Feria de enero en Punta del Este. La obra “seria” ya está decidida, en su gran
parte enmarcada como me gusta (aparatosa y cara), solo restan tres obras
que en este par de meses previos al evento pasaran por mi marquero. Eso implica dos paredes ya cubiertas y
material de prensa establecido para empezar a diseñar la gráfica. Digamos que el grueso de la puesta ya está visualizado
y el trabajo para hacer con ello definitivamente encaminado.
En la
tercera pared el plan es llevar obra
pequeña, sin enmarcar, accesible para aquel que quiera quedarse con un
original. Si bien el concepto será el
mismo de las Postalitas que preparé para la Feria en Santiago,
Chile a fines del 2022, ahora quiero solucionar algunos de los errores que
entiendo hubo ahí (aunque muchas Postalitas se vendieron).
El empaque de presentación de las Postalitas era divertido, las resguardaba en la cuelga y las hacia fáciles para su traslado, pero en la puesta sobre la pared creo que les restaba despliegue, el lucimiento de su técnica en una mirada rápida de los que caminaban por ahí.
Por eso
ahora mi idea será hacer unas postales apenas más grandes (aquellas eran 12x20
cms., estas serán de 14x21cms.) pero armadas con un passepartout doble
para la cuelga con cinta bifaz y con un acceso directo al espectador, con
suficiente margen y aire entre unas y otras.
Y acá estamos
trazando en pedacitos de papeles todas las extravagancias que nos son
propias. Quiero hacer suficientes Postales
para después poder escoger las que irán a resguardarse en un juego de ancho passepartout
blanco con un bordecito negro (para levantar el conjunto de la pared blanca
del stand), así que me permito de momento experimentaciones varias en un juego
tranquilo, para después ver que de todo esto pasa el filtro final. Un juego liberado de hacer lo que nos venga
en gana a ver que sale y que queda.
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