viernes, 25 de octubre de 2024

 

      Con la excusa de hacer pequeños trabajos para llevar a la MasterArt Fair de enero, como obras accesibles para quien esté interesado en tener un original farnelliano, me estoy permitiendo  incurrir en disparates varios.  Y sin el menor atisbo de culpa.

     Encontré en el último intento de ordenar mi tablero restos de unos papeles afelpados, rojo y amarillo, que es muy probable haya comprado alguna vez para pegar en la base a unas cajas de madera para que su roce no rayara los muebles sobre las que las apoyara.  Unos papelitos aterciopelados muy lindos sobre los cuales el sentido común dice que no se puede dibujar.

.     Obviamente, ando estos días muy feliz dibujando sobre mis papelitos de felpa, recortándolos e incorporándolos a los diseños de mis Postales.    Ya entusiasmada, la superposición de dibujos hechos en diferentes tipos de papel es lo que más determina la concepción de esta serie de Postales:


































































     Siendo sincera, no todo lo que vengo haciendo me gusta, pero entre tanto revoltijo de imágenes, formas y texturas, en cada Postal hay algo que sí me gusta (mucho) y otras cosas que me parecen un espanto y no logro decidirme sobre mi opinión sobre el conjunto.  Proyecto seguir con este juego y en diciembre decidir cuales monto es passepartout para llevar al evento.  De momento estoy con autorización de hacer lo que me venga en ganas y disfrutar en el proceso.

  

     Estando en esto me hace llegar mi amiga Aurora (@collaura  una artista del collage maravillosa) una convocatoria para un evento en Paris.  Y aunque no se realmente si mi trabajo entra en la categoría de “collage” tradicional (como tampoco entra en pintura, ni en dibujo ni en técnica mixta, confirmando mi marginalidad natural) me puse a preparar una obrita muy chiquita, 10X15 cms. para enviar a Collagenotes.







     Un retrato de la tapa de un viejo disco en pasta de Tita Merello, una estampilla conmemorativa en su honor (¡en papel felpita amarillo!), gráfica habitual de  correo postal y otro corazón en felpa roja (cuyo efecto texturado con la tinta me en-can-ta).  Falta ese último paso de aunar tanta miscelánea, pero creo que en estos días mandaré mi mini postalita tan porteña para territorio francés.




































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