Okulta se acaba de quedar con su nuevo
propietario, para sumarse a un espectacular proyecto del que espero sea inspiración constante y talismán
de buena fortuna. En unos días viajará a
Montevideo, donde nunca estuvo pero será como un regreso porque de ese
lado del río se dio el primer contacto que inició su historia.
Espero volver
a verla alguna vez. Buen viaje y
mejor destino.







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