Extracto de la muy interesante investigación de Roberta D´Amore Mercado
del arte, posicionamiento del artista en el marco socioeconómico actual y
autopromoción del artista (https://robertadamore.com/) algunos
párrafos con los que no puedo estar más de acuerdo. Coincidir desde la realidad cotidiana con
quien investiga desde el plano teórico nos confirma que no vamos por tan mal
camino.
“El prestigio de un artista le es adjudicado a través de los
profesionales expertos en el arte. Éstos son: los comerciantes, críticos,
investigadores y coleccionistas; -personajes
de influencia que ya forman parte de un público cultivado-, y fijan una opinión
que genera una buena repercusión sobre el artista y su obra. Esta opinión es la
que ayuda al artista a ser distribuido dentro del mercado del arte. Así es que,
como dijo el sociólogo Howard S. Becker:
“Lo que no es distribuido no
es conocido y por ello no puede ser bien conceptuado o tener una importancia
histórica. El proceso es circular: lo que no tenga prestigio no será
distribuido. Esto significa que nuestra última consideración de lo que
constituye gran arte tendrá que tener en cuenta la manera de distribución –con
sus intrínsecas bases profesionales-”
Entonces, se distribuye aquello
que tiene un aparente valor a los ojos de los profesionales del mundo del arte.
Pero no es posible apreciar el valor de esa obra sin antes haber sido
distribuida. ¿Cómo entrar en ese círculo? He ahí la cuestión.
Existen varios circuitos de distribución de arte… Salones de Arte,
Galerías de arte, Casas de subastas, Ferias de Arte, Redes sociales y a través
de los Influencers. (…) Actualmente, la distribución del material
artístico se ha convertido en una tarea algo más sencilla gracias a la
aparición de Internet y el uso masivo de las redes sociales, en esta plataforma
electrónica; lo cual, ha permitido que se expanda la visibilidad de cualquier
aparición de material artístico, aplicándose una estrategia de Relaciones
Públicas y Marketing Online adecuada para calcular un índice de visibilidad más
o menos exitoso en un radio de territorio más extenso que lo que permitiría la
distribución de material artístico a la vieja usanza… (…)
Sin embargo, no por hablar de los beneficios y ventajas de los nuevos
medios electrónicos de masas, aplicados a la promoción del arte y artista, ello
debiera excluir a las formas tradicionales y más asentadas de visibilización de
arte como lo son las exposiciones de arte en una galería, feria, salón o aparición
en medios de comunicación tradicionales. Ambos sistemas actúan de manera
totalmente complementaria. (…)
La elección por la dedicación al arte, proceso de creación y técnica, y las
temáticas de producción artística escogidas por los artistas están muy ligadas
a los valores inculcados por sus familias, a la formación específica recibida
dentro de la institución de aprendizaje, y otra serie de elementos fortuitos y
casuales que van surgiendo dentro del camino recorrido por cada artista. Según lo mencionado anteriormente, aunque el
artista dentro de un sistema económico capitalista en el que ya no hay cabida a
la figura de los patronos y mecenas que piden encargos al artista durante toda
su vida como ocurría en épocas anteriores, el
artista sigue sin poseer libertad 100% para la creación. Las ideas
están fuertemente influidas por el sistema social dentro del cual se circula,
habita, y uno se educa.
El artista también debe tener en cuenta que la distribución, recepción y
acogida de su obra viene fuertemente determinada por los gustos de la sociedad,
el nivel económico que posee la misma y la época en la que se encuentra.
La manera de que un artista adquiera prestigio en una sociedad o, más
bien, ésta a través de su obra; se consigue empezando por una labor de
distribución donde su obra pueda dar lugar a ser visibilizada. A ello
contribuye como hemos visto, que los Influencers o, -también llamado
público especializado-, fijen una opinión sobre la obra de determinado artista
y dicho juicio sea visible y conocido por un amplio público siendo publicado en
los medios de comunicación tradicionales y/o electrónicos.
Entonces, aquello
que no es conocido, no se distribuye. Sin embargo, si no es distribuido, no
podrá llegar a ser nunca conocido. Es importante que los artistas noveles tengan esta
premisa muy presente. Hoy en día, no es
necesario tener un representante que te escoja para promocionar tu obra;
existen muchos otros canales de posibilidades a explorar, sobre todo a través
de la web y las redes sociales…
Hemos visto que los lugares tradicionales de promoción, distribución y
visibilización del arte son los salones de arte, casas de subastas, ferias de
arte e Influencers. Estos tienen mucho éxito y gozan de un buen
número de visitas cuando llega el momento de lanzarse el evento. Sin embargo,
aunque no se diga públicamente, estos
círculos suelen ser bastante selectos y no suelen entrar artistas noveles. (…)
Por otro lado, desde el nacimiento de la web 2.0 y la popularización de
los blogs y redes sociales, ha sido posible
la creación de comunidades virtuales donde las personas desde distintas partes
del planeta intercambian información en relación a temas de su interés. En
los últimos años, han empezado a utilizarse todas estas plataformas con el fin
de dar una mayor difusión a la información. En el mundo del arte, ha ocurrido
lo mismo y numerosas galerías de arte se han virtualizado y ahora gozan de
presencia en la red, casas de subastas, ferias de arte, consultores de arte,
etc. Y desde la popularización de la
filosofía del DIY (Do It Yourself),
muchos artistas están aprovechando para crear su propio site de
visibilización a través de numerosas redes sociales muy populares entre la
sociedad, conectarlas al blog donde van posteando todos los detalles de
aquellos proyectos en los que van trabajando y, a su vez, a su espacio web
donde se presentan a sí mismos como empresa de sí mismos. Todo esto no quiere
decir que las formas tradicionales de distribución de arte dejen de ser útiles.
Hasta el momento se ha visto que ambas opciones son perfectamente compatibles y
complementarias. Pero el futuro está por verse.
La gente que
compra arte, normalmente, lo hace por la motivación del goce estético. Pero hablar de comprar arte
es algo muy amplio. La compra de un
objeto de arte no funciona como quien decide que necesita comprarse un par de
calcetines para el invierno de Soria. Se trata de un tipo de
adquisición parecida a la elección de la persona de la que te vas a enamorar;
es decir, no existe ningún tipo de pragmatismo en esa elección.
Centrándonos en el mercado
del arte contemporáneo, la realidad es que el mayor volumen de capitales se
reparten entre el top 10 de artistas contemporáneos por los que más se puja en
subastas (Basquiat, Wool, Koons, Doig,
Kippengerger, Zeng, Prince, Zhu, Haring y Hirst, en su mayoría de procedencia
anglosajona). Los países que más dinero invierten en arte son Estados Unidos, China y Reino Unido.
Éstos son países que gozan de un importante PIB por lo que se hace favorable el
que se invierta en obras de arte que, son productos generalmente caros. (…)
Si un artista es bueno y
original, les va a interesar, dejando las modas a un lado. Y los
coleccionistas no sólo compran por impulso sino también cuando tienen
referencias sobre un artista. Por lo que es muy importante ganar cuanta más
visibilidad posible y en todo tipo de canales: exposiciones en lugares de
influencia, notas de prensa, redes sociales, que algún especialistas se
interese por tu obras, etc. (…)
Muchas veces no se convence a otro a través de tu producto, sino que a
ello hay que contribuir a través de tu persona. Demostrando seriedad,
confiabilidad hacia la otra persona, compromiso y calidad en el trabajo; es muy
probable que uno tenga suerte en poder hacer negocios con la otra persona. Y
sobre todo, ir al lugar adecuado. Las galerías de arte quieren productos que,
más o menos, entren dentro de la temática por la que ellos se guían, conocen y
a la que está enfocada. E ir a una que esté dispuesta a arriesgar por los
nuevos talentos.
Especular sobre el tiempo de venta de un objeto de arte es algo muy poco
determinado. Pero en vez de centrarnos en eso, es mejor centrarse en lo qué sí
puede controlar un artista. Bajo mi punto de vista, no hay que centrarse tanto
en hacer obra por hacer obra, sino en hacer Las Obras y en procurar que lleguen
a cuanta más gente posible. Cuando hablo
de Obra, me refiero a crear un proyecto que tenga una temática sólida, tenga
una investigación detrás, se hayan empleado materiales de calidad para su
ejecución y se vea que se ha hecho un trabajo bien cuidado; eso es atractivo a
los ojos de cualquiera. Decíamos que en vez de hacer por hacer, lo ideal
sería hacer menos pero de mayor calidad, con el fin de minimizar gastos y esos
gastos tratar de revertirlos en crear beneficio o, simplemente recuperar el
dinero invertido en dicho proyecto (que seguramente no sea poco). La clave puede
ser: centrarse en hacer una buena labor de relaciones públicas. Es decir,
existen numerosas posibilidades que implican costes mínimos o cero, que tienen
un gran impacto social y de visitas y, lo más importante: son accesibles a todo
el mundo. Estamos hablando del poder que
tiene Internet entre miles y millones de personas en el mundo. ¿Cuáles son
los sites virtuales que reciben una mayor cantidad de visitas al día?
En primer lugar, las redes sociales. Facebook, Twitter e Instagram son fuente
de numerosas visitas de personas al día en todo el mundo que tiene acceso de
conexión a Internet. La clave es crearse una presencia en todas ellas y postear
contenido en ellas con cierta frecuencia. En un primer momento, familiares y
amigos serán los primeros en hacer seguimiento del contenido publicado en estos
lugares.
Bien, la clave de las relaciones públicas está en que si lo que contamos
es de interés para nuestro primer público, la información irá circulando en
boca de nuestros seguidores a otras personas que puedan verse también motivadas
a seguir nuestros movimientos. Todo ello bajo un coste cero de dinero. Aunque,
por otro lado, es una tarea que requiere tiempo pero es un tiempo que puede ser
vital y traer consigo otras oportunidades de visibilización, -hay que quedarse
con la palabra: oportunidades. (…)”
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