viernes, 20 de septiembre de 2019








     “(...) Te escribo como siempre para quejarme y decirte que la vida es estúpida, el mundo injusto, el destino ciego, la sociedad idiota, y nada más... tengo casi todo lo que se puede tener; una cosa me molesta: la inteligencia.” Victoria Ocampo, carta a Delfina Budge, Autobiografía II, pág.122.





















    En estos días podría parafrasear perfectamente a la gran Ocampo.  Al cabo de un día, de uno solo, se escuchan y se leen tantas imbecilidades de personas que se autoproclaman “referentes” y que arruinan el futuro de tanta gente dejándonos como anonadados espectadores de  un grupo perverso y nefasto que sólo quiere destruirlo todo para vencer sobre las ruinas.











     “…el destino ciego, la sociedad idiota…”   Evidentemente poco ha cambiado mi país en tantos años, los males siguen siendo los mismos males.  Qué cansancio…  ¿Qué hacer frente a la sinrazón?  ¿Desprendernos de la inteligencia, dejar de razonar para que el relato aberrante que intentan imponernos no nos lastime tanto?  No.  Se respira, se resiste y se sigue.  Se insiste.  Nadie dijo que iba a ser fácil, ni justo, ni siquiera grato.  Se sigue, porque la única responsabilidad que tenemos es con nuestras propias convicciones.  No importa como salga, se sigue. “Allons! La marche, le fardeau, le désert, l'ennui et la colére…”  Arthur Rimbaud, Une Saison en enfer.

















No hay comentarios:

Publicar un comentario