¿No es demasiado ya? La peste, la miseria que acecha, y estar a
merced de estos miserables. Es tal el
nivel de mi indignación que me tiembla todo el cuerpo. Si bien nunca he esperado nada bueno de la
política y menos de sus representantes locales, hay límites de que no deberían
traspasarse. Como si la inoperancia y la craza ignorancia no fueran excesos
suficientes, el cinismo y la hipocresía son elevados a virtud bajo la
pretensión de que nosotros, el ciudadano de a pie, no tenemos que hacer tanto
escándalo por sus privilegios. No sólo ejercen
como casta superior, sino que proclaman
su derecho a serlo. Tantas muertes, tanto dolor, tanta desesperación, y ellos
de fiesta. Si era cualquiera de
nosotros, delito, sanción y escarnio público.
Ellos, sólo se trató de un “error”. Pero creo en el karma, no les va a
ser gratis.
Entretanto, uno intenta trabajar pero es
dudoso que la debida concentración sincronice con la acción creativa. Termino cosas que me quedaron a medio hacer,
sin convicción pero con la necesidad de olvidarme por un rato que vivo en este país
y bajo este imperdonable régimen.
Versión final de Map of the Wod, mixtura sobre papel intervenido con fuego, 35X50 cms.
No hay comentarios:
Publicar un comentario