Ha
llegado la hora, le dijo la Morsa al Carpintero, de que hablemos de otras
cosas. Y de que pongamos manos a
la obra sobre otras cosas.
Postulé a Metropolitain para el Premio
Fundación Andreani 2023 (muy poco probable que pase la preselección)
https://www.fundacionandreani.org.ar/concurso/participante/obra-postulada/
y a Prisionera del Catecismo para el Premio
8M 2023 convocado por el Ministerio de Cultura de Nación (menos
que menos probable aun de pasar la preselección).
https://www.argentina.gob.ar/noticias/abre-la-convocatoria-del-premio-8m-2023
¿Para que
postulo obra en convocatorias dónde sé, de antemano, que los organizadores ni
van a mirar mi trabajo? Por costumbre. Por vocación al rechazo. Para confirmar que en el ámbito local se
manejan las cosas por pertenencia sectaria o favoritismos pagos y no por la
calidad técnica o el valor estético de la obra. Para mantener la perspectiva, como aconseja Kipling:
(…)
If you can dream—and not make dreams your master;
If you can think—and not make thoughts your aim;
If you can meet with Triumph and Disaster
And treat those two impostors just the same;
(…)
Si puedes soñar sin que
los sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes encontrarte con el Triunfo y el Desastre
y tratar a esos dos impostores de la misma manera;
(…)
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