Con la intención de armar postulaciones para el primer trimestre del año, saqué del acumulamiento de mi taller los últimos trabajos terminados, a fin de clasificarlos y decidir que mando a enmarcar (para exhibir en Buenos Aires y adyacencias, ya que una vez enmarcados se dificulta mucho el traslado), que obras puedo remitir al exterior enrolladas por correo, y que obras quedan fuera de toda intención de muestra.  

     Una vez terminadas las guardo apiladas en sobres de plástico, y para evaluarlas no queda otra que desparramarlas por el piso:

     El año 2023 fue bastante prolífico,  teniendo en cuenta que por cada obra terminada  hay otras cinco frustradas o a medio hacer y abandonadas.  Pero vueltas a fotografiar y observadas con criterio estricto, solo tres me convencen lo suficiente para mandarlas al marquero.  Creo que merecen el exorbitante y absurdo gasto que representa hoy en Buenos Aires enmarcar con passepartout, vidrio y una linda doble varilla tanto The Empire Almanac, como Ciao (Post Tenumbra Lux) y Nec Timeo Nec Sperno.  Estas tres realmente me gustan mucho.

     Otras dos me gustan pero hasta ahí,  sin terminar de convencerme; no puedo decir qué, sólo se que algo falta.  Pero igual las considero viables para que se postulen a exhibiciones.  Estas dos probablemente viajen en la primera mitad del año: Sommaire desprivileges y The Belle Calendrier

     Cuatro obras mas chicas están en duda.  Pueden ser bastante explícitas en cuanto a mi experimentación técnica y por ello las siento representativas, pero, de nuevo, hay algo que no está ahí.  Son Wonderland, Minuetto (Ticket to anywhere), Bizarre y Art Life:

     Sobre dos no puedo terminar de decidir.  Fueron compuestas para una propuesta que hice para la Semana del Arte en CABA e iban acompañadas por una serie de pequeñas esculturas de papel de temática circense.  Mi propuesta fue rechazada, nunca se hizo mi puesta Circus Farnelliano, y probablemente esa frustración afecte mi valoración de Cirque Municipal y Le Cirque Magnifique 

     El resto no me gustan para nada y volverán a su sobre y al amontonamiento sobre mi tablero.  Puede que durante el proceso creativo me resultaran gratas pero ahora, viéndolas después de un tiempo, son más las fallas, los errores y las descompensaciones los que destacan a mi mirada y me temo que no serán parte del trabajo expositivo que tenemos por delante.  Puede que más adelante  cambie de opinión, o una mirada ajena las rescate, pero de momento están fuera de juego.