jueves, 6 de septiembre de 2018







         Me abraza y me dice que no me enoje.  Qué se puede esperar de un traidor más que una (¡otra más!) traición…  Igual me enfurezco por dos minutos y después logro recordar que hace demasiado tiempo que no tiene ninguna importancia. 

     “Ser artista es una manera riesgosa de vivir.  Es adoptar una de las mayores forma de libertad…” comparte en una fotografía un queridísimo amigo por Instagram y no puede ser más oportuno.   Sí, riesgosa.  Y el mayor riesgo es descuidarse y quedar rodeado de estúpidos y de traidores, o ambos a la vez, nefasta combinación.  Alguna vez creímos que la única virtud era la lealtad, y es probable que de un modo ingenuo la supusiéramos contagiosa.  Pero no.  Uno desperdicia lealtad cuando la prodiga a quién ni la entiende ni la merece.  Y si uno insiste en ese desperdicio empieza a parecerse demasiado a un estúpido también...















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