Me abraza y me dice que no me
enoje. Qué se puede esperar de un
traidor más que una (¡otra más!) traición… Igual me enfurezco por dos minutos y después
logro recordar que hace demasiado tiempo que no tiene ninguna importancia.
“Ser artista es una manera riesgosa de
vivir. Es adoptar una de las mayores
forma de libertad…” comparte en una fotografía un queridísimo amigo por
Instagram y no puede ser más
oportuno. Sí, riesgosa. Y el mayor riesgo es descuidarse y quedar
rodeado de estúpidos y de traidores, o ambos a la vez, nefasta combinación. Alguna vez creímos que la única virtud era la
lealtad, y es probable que de un modo ingenuo la supusiéramos contagiosa. Pero no.
Uno desperdicia lealtad cuando la prodiga a quién ni la entiende ni la
merece. Y si uno insiste en ese
desperdicio empieza a parecerse demasiado a un estúpido también...
No hay comentarios:
Publicar un comentario