Uno...
(¿El concepto base sobre el que se estructurará la obra?
Ninguno. Hace calor, al taller no puedo entrar, lo único que tengo a mano
dentro del radio del aire acondicionado es lápiz, esfumino y papel. Los
retratos son como un ejercicio, la escala musical, el trotecito para entrar en
calor del futbolista. No hay "concepto",
ni razón ni pretensión; probablemente ni siquiera una obra que perdure tras la
ejecución. Se llama dibujar porque sí.)
Dos... (Mi maletín de lápices acuarelables se guarda bajo la escalera, lo suficientemente cerca como para incorporarlos al juego)
Tres... (Hace demasiado calor para traer el fuego a esta ecuación. Nos conformamos con romper el papel y pegarlo
a un trozo de papel artesanal verde que ya está recortado en una medida estándar
de 40X55 cms.)
Cuatro... (¿Cinta? ¿Por qué? ¿Por qué no?)