sábado, 22 de febrero de 2020




     Mientras las Postales de Finis Terra siguen su curso (algunas en viaje, alguna quizá en destino, otras en pleno proceso creativo), me escapo un rato para ocuparme de otro proyecto.  Ante la concreta posibilidad de participar con un par de obras en una feria de arte en Barcelona el próximo mayo, empiezo a componer algo con la intensión que sea especial y acorde a ese evento.

     Se sabe que en las ferias hay mucho público pero también mucha oferta.  La chance de ser notado es escasa y realmente fugaz.  Las obras deben estar atentas para provocar la curiosidad del espectador que deambula, capturarlo y obligarlo a acercarse.  La meta es lograr la atención plena por lo menos un minuto.  Obras capaces de salir de cacería con la determinación sangrienta de atrapar un espectador a como dé lugar.

     Así, sabiendo de antemano que juego han de jugar, empiezo de cero dos obritas que planeo trabajar en paralelo, porque ellas estarán solas en su destino y deberán acostumbrarse a conformar un equipo eficaz y compacto.  Que recorran juntas el camino desde el inicio mismo.

     Un par de retratos femeninos como punto de arranque.  Dibujamos con lápices acuarelables sencillamente porque nos divierte no saber que color habrá de predominar (a veces sólo depende de que lápiz tiene más punta…)




















     Limpiamos los rasgos con tinta en gel.  Con luz fría directa (como el flash) el efecto de la tinta es encantador:






































     Quemamos el papel, porque la danza con el fuego ya es parte de nuestra vida y mas vale que las chicas se lleven un poco de todo lo que abunda por acá.  Para la bitácora de la prudencia: usé papel de boceto, arde demasiado fácil, casi incendiamos el taller.  Conviene papel para acuarela que ralentiza el quemado y es más resistente a la abundante agua necesaria para controlar el desorden.  Hubo un instante que temí arruinarlas, pero sobrevivieron a las llamas.
































     Nuevamente, el papel de bocetos no es el ideal para el exceso de humedad que requiere el pegar la lámina blanca sobre el papel artesanal color.  Otra vez filamos el desastre.  Pero aguantaron.  Mis chicas cazadoras están demostrando fortaleza frente a la torpe imprudencia de quién las compone.  Seguimos.




























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