Cuando se parte de una idea absurda (como todas mis ideas por lo general) es imprescindible empezar a recortarla hacia la razonabilidad si uno tiene
intenciones serias de llevarla a cabo.
Aun sin perder de vista que se trata de un juego infantil, sin mayores pretensiones que las de jugar, el asunto de las postalitas requiere planificación estratégica para hacerlo viable.
Lo primero es sentarse un buen rato a
analizar el listado de los 100 referentes del mundo del arte publicado por la ArtReview
munida de la imprescindible herramienta de Google. Aceptémoslo: la mayoría de los nombres no nos
dicen nada, estamos informadas pero no tan informadas (esto es el Fin del Mundo). Veamos de qué se trata con un poco de data
extra.
Reducimos el listado a nuestra lista
personal de 24 nombres. Referentes de
arte étnico específico (oriental y africano) difícilmente se interesen por lo
que pasa de este lado del mundo.
Personajes de moda, estrellas ascendente o personalidades rupturista, gracias, pero no; entendemos el arte
como algo que requiere cierta disciplina y tiempo de maduración.
Avanzamos la búsqueda de información sobre
nuestra lista reducida, sobre todo, direcciones postales ya que las postalitas
físicas se remiten por correo físico a lugares físicos. Ese aspecto de la selección nos condiciona a
una nueva decantación: solo quienes
tienen una fundación o galería, cuya dirección postal se consigna en los sitios
web oficiales, siguen en juego. Nuestra
lista se integra finalmente con 11 nombres.
Once destinatarios de las Postales de Finis Terra.
Parecería bastante simple ya, pero
no. Resulta que 5 de esos nombres se
bifurcan en dos o tres domicilios postales, ya que sus galerías tienen sede en
distintas ciudades. Podría escoger una,
pero también podría enviar una postal a cada sede, una postal integrante de la misma obra, de
modo que pueda reunirse nuevamente el diseño completo en el mismo
destinatario. Linda perspectiva, pero… los diseños pueden razonablemente dividirse
en dos o cuatro postales, pero en tres…
se vuelve complicado que el tercer fragmento guarde estética compositiva… Otra posibilidad sería que al destinatario
que es titular de tres domicilios distintos envíe tres postales de la misma
obra y reserve el cuarto para ponerlo a su disposición si lo requiere (esto es, que el destinatario de señales de interés
tras recepcionar la Postal de Finis
Terra y me contacte, cosa que no sabemos que viso de realidad puede llegar
a tener).
Resumiendo esta etapa del proyecto: tenemos
11 nombres y 19 domicilios postales.
Necesito convertir en postalitas 11 obras de Burlesque y luego decidir
cuál envío a quién, ya sea todos los fragmentos convertidos en postales o reservándome
el restante el que será también remitido si me lo requieren, a fin de que las
postales de cada obra vuelvan a reunirse en su destino. Vamos por ese camino.
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