Décimo segundo día de cuarentena.  Trazamos la figura central…

… definimos un poco para liberar el entorno…

…y agregamos un fondo que nos permita respirar…

     Décimo día de cuarentena.  Unificamos el diseño.  ¿Cómo? Dibujando.

     Noveno día de cuarentena.  Dibujar.  Dibujar con lapiceras de tinta en gel…

Dibujar con fuego…

Dibujar con el contraste del soporte…

     Séptimo día de cuarentena.  Versión final de Terra Cognitae, mixtura sobre papel, 50X70 cms.

     Si bien la obra se inició varios meses atrás, la imagen final resulta apropiada para estos días de encierro: aunque no podamos salir a la calle nada nos impide refugiarnos en nuestro universo interior.

     Cuarto día de cuarentena.  El arte ya había mudado gran parte de su actividad al mundo virtual, por lo que en estos tiempos de aislamiento físico continuar con la comunicación en línea es la lógica alternativa.  Ayer la plataforma Mediterranean Contemporary Art Prize propuso:

      Considerando interesante el intercambio remití imágenes de Mappe Mundo y llegó la devolución:

     Parece que mi juego de imposturas, de que el espectador no esté del todo seguro de qué se trata, funciona.  Cuando hablamos de mixtura no sólo mezclamos soportes y materiales sino también imágenes y conceptos.  Soy exagerada y confusa, mis obras no pueden apartarse demasiado de esa realidad.  

     Tercer día de cuarentena.  Pintar al óleo, en caballete y con luz natural, es pintar.  Reconozco que todo lo otro que hago son formas camufladas de dibujar.  Casi siempre estoy dibujando, con tinta, con grafito, acuarela o acrílico.  Simulo otra cosa, hago como si, pero sigo dibujando.  Sólo cuando vuelvo al óleo realmente estoy pintando.

     Se siente distinto, se siente REAL.  Pintar implica dejar la razón de lado y permitir que los sentidos tomen el control.  Se siente el color con el estómago, la forma con la vibración del pincel; cuando logramos ese detalle, ese mínimo efecto, cuando hicimos algo bien, un escalofrío nos recorre la columna vertebral y sabemos que el universo todo tiene un sentido.  Pintar no es un concepto, pintar es algo absolutamente físico.

     Por supuesto que pintar implica un compromiso mucho mayor al que requiere el enredase con líneas y color.  Y estos días donde todo está patas para arriba entregarse a un juego comprometido es casi un mecanismo de defensa.

     Los angelitos -que me gustaban mucho en tinta en gel- me han entretenido toda la mañana.  Pedían un relieve, una intensidad, un redefinirse en tierras sombras, que no pude desoír.

     Segundo día de cuarentena oficial y contrariando al calendario -deberíamos estar iniciando el otoño- es un esplendoroso día de verano.  Aprovechamos para pintar en caballete con luz natural.

     Y, claro, terminamos al Rey Ratón y a la linda Conejita en pijamas: