Siempre
me dijeron que esa costumbre mía de garabatear rayitas, círculos, ondas y medias
líneas en los márgenes de las hojas -cuando se suponía que estaba trabajando en algo específico- era síntoma de distracción, de aburrimiento, de desconexión mental. Parece
que ahora los que estudian esas cosas dicen que, por el contrario, garabatear
en los márgenes es un mecanismo de concentración. Por mi parte, aprendí a ordenar esas rayitas de
los márgenes para que tuvieran un sentido y se entremezclaran con el centro de
la hoja. O sea: en la hoja dónde
bocetaba un retrato al lápiz…
…en algún momento empecé a hacer líneas y
formas varias con lapiceras de tinta…
…y logramos que esas líneas se acomodaran en
los laterales con forma de angelitos.
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