domingo, 27 de junio de 2021

 


     El plan es hacer un collage a la inversa:  simular adherencias inexistentes en un mero amontonamiento, y a la vez incluir papeles base adheridos de  mi modo habitual.

     Ya que se trata de un trabajo de estudio, una experimentación para calmarme los nervios, recorté un pedazo de papel misionero de un pliego que se había usado para cubrir el piso cuando se reparó con yeso una rotura del cieloraso.  El papel está mayormente sucio y salpicado, y aunque recorté el sector más limpio, una ráfaga de gotas de yeso perduran en él.

     Adhiero dos hojas de mi libreta de bocetos, una con el esbozo de un retrato, la otra chamuscada por el fuego.  Oficializado el soporte base empieza el falso amontonamiento: primero una estampilla, fetiche habitual de una filatelista aficionada.  Después angelitos sobre la hoja quemada, porque me resulta lógico vincular ángeles con fuego.















 

     Marco un borde de contorno en cobre y limpio el resto de la pintura para darle reflejos al cabello de la dama del retrato, mientras extiendo el diseño por fuera de la hojita del boceto sobre el papel misionero.



 





     Trazamos un falso sello de Carte Postale, un fragmento de pentagrama musical y un naipe:



 















     Detalles confusos de que el conjunto es una PostCard o una Reina de Picas, seguimos amontonando imágenes con sombras y relieves que lleven al espectador a dudar de qué se trata.  En esto llevamos entretenida el domingo.































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