La totalidad de las imágenes que se reproducen en este blog corresponden a obras de mi autoría.
martes, 30 de agosto de 2022
Acabo de completar el envío de Janet y Le Cirque a su nuevo hogar en Esperanza, Santa Fe. Tras circular por varios eventos en los que lucieron juntas, finalmente encontraron, también a dúo, a su espectador ideal, su destino definitivo. Buen viaje, chicas de Burlesque, y mejor destino.
Julio 2017, Espacio 10 Arte, Palermo - Ciudad de Buenos Aires
Wine & Art 2017, Hipódromo de Palermo - Ciudad de Buenos Aires
Enero 2021, Adriaba Budich Arte Contemporaneo, Palermo - Ciudad de Buenos Aires
Marzo 2020 #8M - Universo de las Artes, Recoleta - Ciudad de Buenos Aires
Marzo 2022 Fundacion Ramseyer Dayer, Esperana - Provincia de Santa Fe
domingo, 28 de agosto de 2022
Primera
consigna de mi plan mental concluida: ya tengo listas las dieciséis versiones
de mis Chicas Cuadraditas.
Aunque hay
detalles a corregir (ajustar medidas cuando tenga en mi poder los soportes
acrílicos donde irán montadas, subsanar algún resto de papel quemado que se
quiebre en el mientras tanto, esas pequeñas cuestiones que se vuelven escandalosamente visibles
cuando se las observa en conjunto) oficialmente terminé la serie con mis Chicas
#15 y #16
Ahora sigue, tal como tenía programado, el
diseño de folletería y catálogos y lidiar con imprentas. Dejar de lado un poco
lo creativo para convertirme en la persona de los mandados. Los artistas estamos sobre adaptados al
multitasking. Imprescindible polirubro
si queremos que algo pase por afuera del taller. A lo que sigue, entonces.
jueves, 25 de agosto de 2022
martes, 23 de agosto de 2022
Chica Cuadradita #14
Mixtura sobre papel intervenido con fuego, 30X30 cms.
domingo, 21 de agosto de 2022
Aunque intentemos un plan cuidadoso, de calculada
estrategia, que se respeta a rajatabla, el caos se filtra inevitablemente y
entramos en auténtico modo “lo atamos con alambre” y que salga lo
que salga.
Argentina
en las postrimerías del nefasto régimen K, donde ya no se importan insumos
básicos y los que quedan de épocas mejores no se venden por las dudas. Estamos todos en stand by, a la espera
de la explosión; se hace lo mínimo indispensable sentados sobre un polvorín con
esta resignación absurda nuestra de elegir a los peores para que nos gobiernen. Cíclicamente
nos colocamos “democráticamente” en un lugar ridículo de limitación,
miseria, mutilación de ganas y expectativas, expulsando a lo mejor de nosotros
fronteras afuera. Como cuenta el latiguillo de Twitter: Es
Argentina, no lo entenderías…
Así es que me quedé sin papel artesanal color sobre el
que estructurar a mis Chicas Cuadraditas, cuyo plan inicial de 15
pasó a 16 por una modificación de las medidas del stand. Y no consigo quién me venda más de ese papel,
ignoro si por falta de stock o por precaución de los proveedores. ¿Entonces?
Soy una artista del subdesarrollo, lo normal es que siempre me falten
cosas. Alegremente acudimos a los
retazos que acumulo en los rincones. Si
no tengo trozos originales de 30x30 cms., con pedacitos sobre otro papel base,
compondré la medida necesaria.
Ilusoria
buena idea. Porque se trata de mí, que
tiendo a lo kitsch sin que me obliguen, y tras cortar cuadrados de 15X15 cms.
se me ocurrió lógico unirlos mezclando colores.
Me dije (siempre
me digo cosas que no escucho) que incluiría muchas flores blancas de modo
que limpiaría el exceso de color y compensaría el resultado final.
Y desde ahí
se continuaron las malas decisiones. Me
falló el encendedor y recurrí a los fósforos, que son más difíciles de apagar y
casi me enciendo el cabello; en la desesperación consecuente no controlé el
fuego y me comíó media cara del boceto inicial.
No retiré del todo el papel chamuscado y dibujé nuevamente el ojo sobre ese soporte frágil e
inestable. ¿El resultado?: tuve que hacer ese ojo media
docena de veces, acumulando pintura para estabilizar la base y que aguantara el trazado con tinta
del iris. Rompí, rehíce, rompí y rehíce. La nariz estuvo a punto de correr la misma
suerte, con el agravante que el centro de unión de los cuatro cuadraditos de
papel artesanal le daba justo en el arco de cupido del labio. Tamaña cantidad de imperfecciones no propiciaban
al rostro suave que pretendía.
Terminé
con un soporte pesado, con excesos de pintura, con zonas hechas en un material
y luego en otro, desmoronamiento del papel quemado de por medio. Amagué varias veces en tirar todo a la
basura, pero algo (¿mi tequedad?) me mantuvo insistiendo.
Y en algún momento del engorroso y frustrante proceso
me empezó a gustar. Algo grato había
ahí.
Si al cabo el concepto original de esta serie
era jugar con ese ideario que abunda en las redes donde muchachitas de toda
índole, tras un complejo maquillaje de múltiples pasos y productos, terminan con
perfectas caritas de muñecas. Mis Chicas
también hacen eso, se edifican a voluntad sobre superficies maltratadas y seudo
destruidas, logrando componer imágenes estéticamente lindas, pulidas y agradables,
aparentando con sus flores y brillitos que sólo la belleza es la premisa. Pero en realidad se trata de la complejidad
de crear el propio destino por encima de cualquier contingencia, dificultad o
destino impuesto.
Al final mi Chica Cuadradita #13
venció la mala suerte y ha impuesto que La Vie en Rose es
posible.