¿Cómo llegamos a esto? Así. Me quedé sin papel artesanal para usar de base, llevo semanas sin conseguir quién me lo venda (inflación y desabastecimiento, la Argentina de estos tiempos)  así que “supuse” que podía proveerme de un sucedáneo pegando viejos billetes de 5 pesos sobre una cartulina escolar.

 

     La lógica diría que use directamente la cartulina (de un rosa muy feo) pero yo quería algo verde, y los billetes andaban dando vueltas por mi taller desde que dejaron de tener circulación legal, y para mí eso es dos más dos igual mi propio papel moneda para usar de base.

 

       Pero la superficie se convirtió en una trampa, con distinta adherencia por billete, alguno más poroso que otro, con los diseños holográficos de seguridad totalmente impermeables, y partes de la horrible cartulina rosa filtrándose en bordes o huecos. 

 

     Así y todo, ante la falta de otros recursos de momento, sigo adelante.  Supongo que deberé usar fragmentos de otros papeles apilados hacia arriba para lograr definir el diseño por encima de donde el papel moneda no me deje dibujar.  Sólo por el desafío de vencer a mi propio capricho de pintar sobre cualquier cosa puede que continúe con esta pésima idea.

 

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