Hoy confirmé mi participación en el evento Wine & Art, a celebrarse el 1 y 2 de abril en el mismo espacio del Hipódromo de Palermo donde este fin de semana tuvo lugar Lunática - Arte y Turf.  Si bien había sido mi prioridad a principio de año, reconozco que la impronta de Lunática me tuvo entretenida y me desconecté un poco de los organizadores de Wine & Art.  Ahora, ya concluído el otro asunto, vuelvo mi atención para acá.  Dije que trataría de ser menos polaroid y más almohada y me atengo a ese plan.

      Sólo que acabo de tomar conciencia del poco margen de tiempo que tengo para alistar las cosas como originariamente había decidido hacerlo.  A este evento iban (y espero vayan) dos obras de Burlesque y la pequeña escultura de papel Rollo de Cocina # 1 (que ni siquiera está terminada).  Así que tras el exceso de adrenalina del cierre de ayer y teniendo aún pendiente ir a retirar a Portulano, ya enloquecí a mi marquero para que me apronte a Janet y a Le Cirque para poder colgarlas el 30 de marzo. 

 

 

 

 

      Me cuestiono mientras tanto si mando a hacer o no algunas postales para el evento (por mi reciente experiencia, las instalaciones del salón donde se realizará el evento no se prestan para colocar display de  folletería).  Y realmente tampoco tengo mucho tiempo para la indecisión, los trabajos de imprenta tienen sus propios ritmos.  Así que me prometo a partir de mañana dedicarme exclusivamente a terminar el Rollo de Cocina #1, a conseguirle un pie acorde para la ocasión, a vigilar de cerca a mi marquero para que no desatienda mi agenda,  y a resolver el enigma de la necesidad y utilidad de las postales en este contexto.  Está muy bien eso de querer ser más off line, pero uno olvida cuanto más tiempo real y concreta logística personal requiere.   Ser polaroid es, decididamente, mucho más relajado…