¡Qué día!
No, no me preguntes. Demasiado
vértigo que ni el mareo alcanza. ¿Cómo era tu argumento? Finis Terra no es Ávalon,
a dónde se retiran los guerreros, es una Atlántida que va hundiéndose
despacito ante nuestros ojos, con los pies en el agua y empeñados en creer que es
mera humedad de cimientos, ¡un charquito!
Si me río a carcajadas no es porque crea que es gracioso, es sólo tensión nerviosa.
¿Me volvés a explicar qué se supone que estoy haciendo acá? Por favor, aunque no sea verdad nada de lo que me digas, recordame la explicación.
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