Vida real de artista – proyectar un evento a realizar en el exterior – Día 1
Primero hay que establecer la historia que se
quiere contar. Eso es fácil, yo sólo hablo
de una cosa: jugar a jugar.
La intervención de mi espacio tenderá a establecer un juego con el
espectador, una pausa de la realidad lineal, tiempo y espacio, un bache donde
las reglas tradicionales dejen de regir durante la recorrida de mi puesta.
Esta obra, que refiere directamente al fraseario de Alicia, actuará de anuncio del espíritu general de la puesta a la que ingresará el espectador. Sostenerla en un atril tiene la ventaja de poder posicionarla de modo que se interponga en el camino lógico de recorrida, de obligar a su consideración inicial. Las obras bidimensionales irán -en principio- todas sobre atriles a fin de potenciar la idea de un recorrido intrincado, no tradicional, un laberinto configurado por el posicionamiento de las obras. En teoría, claro. En este primer trazado sobre papel (por así decirlo) absolutamente ilusorio.
El sector de inicio de la recorrida se
corresponderá con otras dos obras de la serie de Alicia: Alicia en el Principio II y A
través del Espejo, ambas sobre atriles. Estas dos obra tienen de malo su peso (son
bastidores macizos de madera con vidrio) que las hace difíciles de manipular, pero lo
bueno es que si se rompen los vidrios igual pueden mostrarse ya que una semana
de exhibición sin protección no les hará daño y de vuelta a casa reponemos los
vidrios (si, ya estoy rompiendo cosas en plano teórico).
También irán acá, puestas en oposición a
los caballetes siempre con el criterio de entramado, las esculturas en papel de
La Reina de Corazones, el Falso Libro de Alicia y los
dos Conejos. Para sostenerlas habrá dos pies rectangulares o dos
mesas de arrime, lo que pueda alquilar a la distancia. En una La Reina, con algún
dispositivo lumínico que permita acentuar su castillo de cartas, y en otra el Falso
Libro con un Conejo a cada flanco.
Por detrás de estas esculturas de papel,
probablemente pared por un tema de seguridad (son muy liviana, el mero roce
puede derribarlas al piso) irán en colgado tradicional alguna de las
pequeñas obras de Circus Gestual. Los juegos de muecas me resultan totalmente
congruentes con el espíritu aliciano.
En este trazado mental, descendiendo por
las escaleras las obras de Alicia irán hacia el sector derecho,
hacia donde se encuentran las segundas escaleras, descendentes hacia el sector de
servicio y la salida a los jardines. De
nuevo, el hueco de acceso de la escalera debería llevar un telón cubriéndolo y,
si es posible, el colgado de unas galeras del Sombrerero, que me quedaron
de una ambientación y que me resultan perfectas para ese emplazamiento. Colgado de telas y galeras que también van al
listado de Grandes Problemas a Solucionar (que probablemente
no tengan solución).
Desde los escalones de ingreso, sobre la
pared que da a la izquierda parece ideal montar el políptico El Portal. Su impronta de máscaras y mujeres
fragmentadas es una síntesis perfecta de las dos estéticas de la puesta. Probablemente colgada de modo encaprichado, cerca
las figuras femeninas del centro pero distanciadas y proyectadas en ángulo los
bastidores de los extremos. Como si la obra se expandiera hacia afuera. O algo así.
Esa
pared termina en ángulo y se continua en el sector que da a las puertas
consecutivas de cuatro habitaciones que corresponderán a otros artistas. En las columnas de pared que quedan entre
puerta y puerta irán algunas de las Bandejas Enmascaradas. Nuevo
problema para la lista de Grandes Problemas a Solucionar
(que probablemente no tengan solución).
Las Bandejas Enmascaradas
llevaban un par de años almacenadas en un baño (de hecho, en el hueco de la ducha) apiladas en cajas unas sobre otras. Y al ir estos días a desembalarlas constato que se aplastaron y que hay algunas realmente estropeadas. Las
tengo ahora desparramadas en la biblioteca, con pequeños objetos, tazas y vasos
tratando de reubicarlas a sus volúmenes originarios, rogando que ese asunto de la
memoria de los materiales sea verdad y que, de a poco, tiendan a volver
a lo más próximo posible a su dimensión y forma de origen.
En caballetes y hacia el centro del hall
estarán Identidad, Plan de Paris y Caja de
Frutillas (se llama Caja de Frutillas porque es una caja
de frutillas, no se me ocurre ponerle otro nombre). Para la lista de Grandes Problemas
a Solucionar (que probablemente no tengan solución) no me imagino como
embalar esas tres piezas para asegurar su traslado del otro lado del Rio. Los barquitos de papel de diario en el borde
del bastidor de Identidad no aceptan protección de ningún tipo, su
único destino es el estropicio en el traslado. No veo como van a
viajar.
También habrá esculturas de papel
completando este sector de exhibición: mis tres arlequines Julian,
Lucien y Demian, cada uno en un pie de escultura
pero reunidos en una especie de triangulo con iluminación multicolor en el
centro del grupo. La Dama Azul
y la Dama Roja, cada una
en un pie y completando el recorrido.
A los lados de este recorrido de
esculturas venecianas de papel irán dos mesas de arrime con objetos
intervenidos. Cristalería (copas y
botellas), cajas de habanos (la Caja Borgia) y bandejas laqueadas
con cristal líquido. Objetos tendientes
a acentuar un clima hedonista, de disfrute sensorial. En la medida de lo posible, auspiciante
mediante tal vez, esta área sería el final del recorrido donde podría invitarse
al espectador a un brindis en gratitud por la visita. También en este sector se colocará un banner
con data de las obras y un dispenser con tarjetería o catálogos o
cualquier otro tipo de material gráfico con información sobre la puesta.
Como primer borrador parece bastante posible
de hacer (siempre que no me detenga a pensar que tanta máscara y monigotes
varios con puntas salidas en todas las direcciones son imposibles de embalar). Día uno: trazado del plan base, hecho
satisfactoriamente.
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