Pese a todo, seguimos intentando que la
obra pueda -físicamente- moverse con libertad construyendo su
destino. Preparo tres obras pequeñas
para su traslado a Barcelona.
Claro que tengo profundas dudas de la viabilidad del viaje (nada
funciona en este momento como corresponde por estos lados), y más aun de que
lleguen a tiempo para el evento previsto.
Pero, ¿cuál es la alternativa? ¿No hacer nada? ¿Permitir que la ineptitud de los
funcionarios del gobierno de turno nos mutile los planes, que su mediocridad
vergonzante nos arrastre a su altura? No.
Definitivamente no. Será más
complejo, más caro y trabajoso, deberemos correr más riesgos de los lógicos,
pero de cualquier manera seguiremos haciendo las cosas. Lo contrario sería
permitirles vencer, imponer su miseria espiritual, condenarnos a la
desesperanza y a la inacción. Y no hay
chance de que yo le permita a esta gente digitar mi vida. Por eso, mañana Carnaval de Binche,
Museo del Prado y Study of a Mermaid partirán rumbo a España. Y que tengan un buen viaje y un mejor arribo.
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