Ayer me avisan
que una de mis chicas de Burlesque fue reservada para la
compra. Punto rojo –red dot- para
The Circus. Es emocionante
saber que encontró a su espectador ideal, alguien con quién conectó tan
profundamente que comenzará a construir una historia en común con esa
persona. Se concretará la venta al
cierre del evento (prorrogado hasta el 10 de abril) y a partir de
ahí seguirá su camino lejos de mí. Es
tan fascinante la autonomía de las obras, su capacidad de imponer una identidad
completamente escindida de su autor. Tanto
en su composición como en su derrotero geográfico. The Circus se va a quedar en Esperanza,
Santa Fe. No puedo estar más feliz
por ella.
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