domingo, 6 de marzo de 2022

 




     Sospecho que cuando afirmo que me gusta “experimentar” en mi trabajo, mi eventual interlocutor interpreta que me gusta pasar del grafito a la tinta, de esta a la acuarela, y, cuando hay buen tiempo para pintar al aire libre, al óleo.  Una experimentación ordenada, en etapas, pasando de una técnica a otra, cada una con sus reglas y códigos, de una en una por vez.

 

     Pero yo experimento como hacen los chicos de prescolar: alegre y desordenadamente.  Ayer, como secuela de una conversación que nada tenía que ver con el arte, decidí probar el falso efecto óxido que puede producirse con café y canela sobre el papel.  Armé la pasta con agua y azúcar, y sin temor de atraer las moscas, embarduné dos trabajos a medio hacer que encontré sobre mi tablero.










 

     En una estética de vieja tapa de revista, la pasta de café y canela sirvió para dar un sepia lustroso al retrato y unificar el collage que había hecho con pedacitos de viejos billetes de 5 pesos.  Acotación marginal: vengo probando el pegar tiritas y círculos recortados de billetes en desuso al soporte base, con la intención de signar la obra como hecha sobre “papel moneda”.  Una estupidez, pero esas son las cosas que me distraen del camino de la seriedad.


































 

     El brillo del tinte de café y canela -dado por el azúcar evidentemente, que adhiere la canela pero pegotea todo lo demás también- me obligó a completar detalles con acuarela metalizada.  El resultado, del que no estoy segura de cuanto me convence, es de resplandores varios que imposibilitan la fotografía directa.  Pero el tinte de café y canela puede ser algo interesante. 




























 

     Pruebo (experimento) con un dibujo en tinta en gel abandonado: vuelco directamente el liquido para que lo cubra por completo.  Seco, acentúo luces con acrílico blanco e intensifico sobras con negro mate.  Que se yo, sigue pegoteándome los dedos, pero hay algo ahí que me dice que esto puede ser interesante incorporado a un trabajo mayor.  Veremos.  Eso es experimentar.  Prueba y error, sobre la premisa del absurdo y la pura diversión.  






































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