martes, 16 de julio de 2013




    Cuarta parada de mi Silk Road: Marechmorum. Probablemente una obra que no resista al tiempo. Abusé de las mixturas en forma desordenada: acuarela y acrílico, aburrimiento y fastidio, laca, y al final óleo. El papel (de boceto) no suele resistir tanto. Pero cada vez que amagué a destruirla hubo algo (las letras, la rosa de los vientos, la impecable blancura del fondo a pesar de mi despliegue de desprolijas e incongruentes técnicas) que me hizo tenerle cariño. La dejo en paz ahora. Veremos como va.








No hay comentarios:

Publicar un comentario