jueves, 22 de agosto de 2019








     Estoy un poco ebria, pero en este caso muy justificadamente.  Pasé todo el día en la oficina, lidiando con la histeria colectiva de personas que se creen el centro del mundo y que dan por hecho que la única finalidad de mi existencia es escuchar y, eventualmente,  solucionar sus irrisorios problemas.  Mi espalda, maltratada por la vida, ha tenido los últimos días un ataque de protagonismo reclamando su rol de reina del drama, y si tomo analgésicos o desinflamatorios se me escabulle la poca energía que me queda y aún tengo que terminar algunos diseños para un evento que monto mañana y que debo coordinar el sábado.  No hay margen de tiempo para ñañerías.  Los medicamentos deben ser rechazados.  Me aliento con un malbec.  Y la vida resulta ser no tan ingrata.

     Mientras retoco letras y acomodo detalles puntillosos y tal vez innecesarios en máscaras venecianas, busco una carpeta para acomodar unas matrices que diseñé ad hoc para trazar sobre espejos en el salón a ambientar.  En mi taller hay multitud de cosas.  Encuentro una carpeta y desalojo lo acumulado para poder aplicarla  a mi necesidad actual.  Y me encuentro con un viejo intento de  ex libris personal, nunca usado y en su momento rechazado por absolutamente espantoso.









     Será el alcohol, el cansancio, o la columna que me late tironeándome el nervio ciático, que hoy encuentro muy simpático el fallido ex libris.  Asume mi origen mitad argentino (quinta generación por abuelo materno) y mi mitad ecuatoriana (chiquicienta generación?,  una prima, que se hizo el mapeo genético, asegura que tenemos un 33% de sangre indígena originaria americana).  Está el gatito de Cheshire versión propia porque somos alguien que está hasta que no está más aunque quede esa sombra de sonrisa.  Y el colorinche tan mío.  Farnellius primus Magno.  Soy de esas que amaron en la universidad la cátedra de derecho romano.  ¡El latín no debería estar muerto!  Ni yo estar  tan bebida a estas horas un jueves.  O sí, pero no debería estar escribiendo esto...

















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