domingo, 6 de octubre de 2019







     Citaba días atrás a Roberta DÁmore y su artículo Mercado del arte, posicionamiento del artista en el marco socioeconómico actual y autopromoción del artista (https://robertadamore.com/): Entonces, aquello que no es conocido, no se distribuye. Sin embargo, si no es distribuido, no podrá llegar a ser nunca conocido. Es importante que los artistas noveles tengan esta premisa muy presente. Hoy en día, no es necesario tener un representante que te escoja para promocionar tu obra; existen muchos otros canales de posibilidades a explorar, sobre todo a través de la web y las redes sociales…”

     Volviendo sobre la cuestión hace unas tardes, en conversación con un par de artistas devenidos por conveniencia económica en art-dealers seudos galeristas entrepreneurs, entramos en debate si en la realidad real, diaria y concreta, realmente el artista puede autogestionarse con la suficiente eficacia para difundir seriamente su obra y posicionarse en el mercado atrayendo la atención de aquellos que deben ser atraídos.

     Somos personas civilizadas y podemos discutir sin elevar la voz ni recurrir a –demasiados- golpes bajos.  Entiendo que gané unos puntos cuando puse en duda su imparcialidad en la materia, ya que su nuevo emprendimiento necesita para funcionar que los artistas los busquen en la fe de que ellos sabrán y podrán hacer lo que por si mismos no pueden.  Ellos destruyeron muchos de mis argumentos con la simple pregunta de cuál es el resultado práctico y comprobable que he obtenido de mover por mi cuenta mi obra.  Insisto, somos muy civilizados y nadie pretendió atribuirse el triunfo en el debate.  Nos alcanzó con quedarnos rumiando la frustración de la duda que el otro sembró en cada uno.

     Es cierto.  Este año he logrado exhibir mi trabajo, on y off line, en múltiples lugares.  Hemos colgado en la galería Adriana Budich Arte Contemporaneo, Palermo, Ciudad de Buenos Aires...


















...en un evento benéfico -la TAE19- en Edimburgo, Escocia... 























...en la Galería Ovalo de Ciudad de México... 






















...y en The Room Contemporary Art Space, en Venecia, Italia... 


















     Y también ser incluida en la Guia Leonardo, editada en España y distribuida en tradicional formato papel en territorio europeo...



















     Y es cierto también que tanto esfuerzo no ha generado -más allá del placer de hacerlo y ver a mi obra paseando allende los mares- ningún resultado tangible que pueda exhibirse como corolario a la autogestión.  Dudo que hubiera diferencia si la gestión la hubiera hecho otro por mi (salvo la lógica disminución de mis ahorros, porque nadie trabaja gratis), así que supongo que esto sigue siendo tablas…






No hay comentarios:

Publicar un comentario