Citaba días atrás a Roberta
DÁmore y su artículo Mercado del arte, posicionamiento del
artista en el marco socioeconómico actual y autopromoción del artista (https://robertadamore.com/): “Entonces,
aquello que no es conocido, no se distribuye. Sin embargo, si no es
distribuido, no podrá llegar a ser nunca conocido. Es importante que los artistas noveles tengan esta premisa
muy presente. Hoy en día, no es
necesario tener un representante que te escoja para promocionar tu obra;
existen muchos otros canales de posibilidades a explorar, sobre todo a través
de la web y las redes sociales…”
Volviendo sobre la cuestión hace unas tardes, en conversación con un par
de artistas devenidos por conveniencia económica en art-dealers seudos galeristas entrepreneurs, entramos en debate si
en la realidad real, diaria y concreta, realmente el artista puede
autogestionarse con la suficiente eficacia para difundir seriamente su obra y
posicionarse en el mercado atrayendo la atención de aquellos que deben ser
atraídos.
Somos personas civilizadas y podemos discutir sin elevar la voz ni recurrir
a –demasiados- golpes bajos. Entiendo que gané unos puntos cuando puse en
duda su imparcialidad en la materia, ya que su nuevo emprendimiento necesita para
funcionar que los artistas los busquen en la fe de que ellos sabrán y podrán hacer
lo que por si mismos no pueden. Ellos
destruyeron muchos de mis argumentos con la simple pregunta de cuál es el
resultado práctico y comprobable que he obtenido de mover por mi cuenta mi
obra. Insisto, somos muy civilizados y
nadie pretendió atribuirse el triunfo en el debate. Nos alcanzó con quedarnos rumiando la
frustración de la duda que el otro sembró en cada uno.
Es cierto. Este año he logrado exhibir
mi trabajo, on y off line, en múltiples lugares. Hemos colgado en la galería Adriana Budich Arte Contemporaneo, Palermo, Ciudad de Buenos Aires...
...en un evento benéfico -la TAE19- en Edimburgo, Escocia...
...en la Galería Ovalo de Ciudad de México...
...y en The Room Contemporary Art Space, en Venecia, Italia...
Y también ser incluida en la Guia Leonardo, editada en España y distribuida en tradicional formato papel en territorio europeo...
Y es cierto también que tanto esfuerzo no ha generado -más allá del
placer de hacerlo y ver a mi obra paseando allende los mares- ningún resultado
tangible que pueda exhibirse como corolario a la autogestión. Dudo que hubiera diferencia si la gestión la
hubiera hecho otro por mi (salvo la lógica disminución de mis ahorros, porque
nadie trabaja gratis), así que supongo que esto sigue siendo tablas…
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