viernes, 25 de octubre de 2019



         Pintar es caro porque, además de todos  los múltiples costos y gastos que tenemos que cubrir los artistas de nuestro propio bolsillo, están nuestros caprichos.  Uno de los míos es el asunto del enmarcado.  Mi empecinamiento en trabajar sobre papel sin soporte previo es que no queda más remedio que enmarcar para colgar.  Y no de cualquier manera, no.  Me gustan los marcos importantes, con doble varilla, pasepartout y vidrio. O sea, me gustan los marcos costosos.  Pero la obra luce de otra manera…   ¿y que no hace un artista por bien de su obra?  Acá está Metropolitain camino a mi marquero:









Y así ha quedado:















     Vale la pequeña fortuna que he gastado.  Próxima parada: el Monasterio de Santa Catalina para la Noche de los Museos.






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