Indeterminado, indistinto e infinito día de
cuarentena. La obra debería titularse La cuarentena
saca lo peor de uno o, tal vez, Brote psicótico acontecido en
cuarentena. Probablemente cuando
la termine (si la termino) decante en un título más breve.
La obligada sociabilización de la vida cotidiana y de un trabajo “normal”
con el que sostenerme hace que se disimulen un poco todas mis rarezas. Confinada en mi planeta personal tengo vía
libre para que barquitos de papel de diario sean parte integrante de la obra,
aunque al margen, porque en ellos vamos navegando por el borde de todo hacia Finis Terra.
La obra pide que
le solucione ese nudo blanco innecesario, ese hueco, esa sinrazón en el
conjunto. Entiendo lo que la obra me
dice, que lo saque, literalmente. Lo
tengo que sacar. Yo no decido. La obra se autodetermina siempre.
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