viernes, 29 de mayo de 2020




          La falta de papel me obliga a retroceder sobre obras abandonadas a medio hacer.  Encuentro detalles que me gustan mucho e ignoro por qué me alejé de ese trabajo sin terminarlo.  El juego del fuego junto a los ojos me resulta sumamente grato, provocador de posibilidades.  Tal vez lo retome y avance.  Tal vez, como todo en esta cuarentena, sea un sin sentido ante el que no pueda reaccionar.  Quién sabe.


































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