La falta de papel me obliga a retroceder
sobre obras abandonadas a medio hacer.
Encuentro detalles que me gustan mucho e ignoro por qué me alejé de ese
trabajo sin terminarlo. El juego del
fuego junto a los ojos me resulta sumamente grato, provocador de
posibilidades. Tal vez lo retome y
avance. Tal vez, como todo en esta
cuarentena, sea un sin sentido ante el que no pueda reaccionar. Quién sabe.
La totalidad de las imágenes que se reproducen en este blog corresponden a obras de mi autoría.
viernes, 29 de mayo de 2020
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