El arte, al menos desde dónde yo lo
entiendo, tiene un lado contundentemente lúdico y hedonista. El arte tiene mucho que ver con el placer –del que lo hace y del que lo recibe-,
aunque las corrientes que hablan de “arte
testimonial” o “arte socialmente
comprometido” seguramente mirarán con total desprecio a los que creemos que
la creación tiene también que
ver con la celebración y el disfrute.
Pero como
estoy convencida de que la verdad tiene tantas facetas como personas la
esgriman y que vale en la medida en que cada uno la sostenga con honestidad,
sólo me refiero a lo cierto que es para mí vincular el trabajo creativo con el placer concreto del espectador.
De ahí
que me resulte muy grato participar en la ambientación de eventos con mis
esculturas de papel, sabiendo que ellas serán parte de una puesta que pretende
que anfitriones e invitados gocen de un entorno estético, amable y
juguetón. Que el arte se inmiscuya para
aportar su cuota en generar acogedora belleza, que el arte celebre
sin otra intención que el cordial disfrute.
Así, mi Conejo
estuvo indicando a los invitados el ingreso al salón del Yatch Club de Puerto Madero – Buenos Aires
Mi Falso Libro de Alicia
resumió, en el hall de recepción, la historia temática del evento
Los Conejitos
de rollo de cocina y la mesita con flores de papel de
diario
colaboraron en el ambiente del portal armado con vegetación
natural para el rincón de fotografía de los invitados
Las galeras
fueron el complemento de la mesa de souvenirs
Y el Conejo
se coló también en los señaladores de número de mesa y acompañó los maravillosos arreglos florales de Maria Marcela Vazquez arte & diseño (www.facebook.com/MariaMarcelaVazquezDisenoFloral/)
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