sábado, 3 de noviembre de 2018



Sábado de sol, segunda parte

    Mi proyecto de globo aerostático fue frustrado por la humedad.  Impiadosamente.  No secó a tiempo, el globo base se desinfló antes de lo esperado y lo arrugó en las partes aun frescas.  Intenté arreglarlo, pero en vano.  Inicié de cero otra vez, cubriendo con cartapesta otro globo, el que de momento se está secando en sus primeras capas al sol.

      Pero si algo soy es incapaz de tirar las cosas.  El globo arruinado sigue ahí, y lo miro,  intentando mejorarlo, pero sigue siendo una porquería.  ¿Por qué no lo tiro de una vez?









     Medito en mi cocina mientras cambio la yerba al mate.  Una mitad del globo se salva, la otra mitad tan aplastada.  Aplastada como si se le hubiera sentado alguien encima.  ¿Y si le siento a alguien?  Ignoro quién, cómo o para qué.  Pero con alambre y un rollo pruebo, total, el destino sigue siendo la basura:











     Y termina la tarde al sol, secando este último amague de rescate…












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