viernes, 17 de julio de 2020



 Avances del Maniquí de papel  

 











































              Mi Maniquí, como todo juego, trata de contar una historia que se recrea en modo lúdico.  Más allá de la diversión de construir, no ya con las piecitas de metal de un mecano sino con rollos de cartón, servilletas de papel y diarios, se trata de que la composición tenga un sentido, la historia que relata mientras se juega.  Mi Maniquí será sostén de un traje muy barroco, con su miriñaque lateral, el falso polizón y el sostén de un cuello casi isabelino.  Una hibridez sin correlación histórica, compuesto a mi capricho y para mi exclusivo disfrute.  El Maniquí incluye una máscara, sostenida a guisa de cabeza, que será el accesorio final que tomará la dama tras ataviarse con tan extravagante traje y con la que dotará de anonimato a su presencia.  La máscara no tiene calados los ojos porque cuando uno se deja llevar por el despliegue de rarezas no hay razón para detenerse.

 

            Montado el conjunto requería rosas para equilibrar la estructura.  Hoy fue una mañana de diarios y rosas (o de rosas de papel de diario).

 




























































   

No hay comentarios:

Publicar un comentario