domingo, 26 de julio de 2020




              Cumpliendo a rajatabla con las leyes de Murphy, L´Ermitage llegó a destino una semana después de la inauguración de la que debía formar parte.  Tarde se ha sumado a la exhibición dejándome como certeza que ya no alcanza un mes para asegurar el traslado de una obra de este lado del mundo al otro.  Antes (AC) alcanzaban quince días en el servicio express (y carísimo) del correo oficial.  Hoy, DC -después del coronavirus- habrá que calcular un par de meses para aproximarse a que las obras lleguen a tiempo.  Casi casi como cuando iban en barco…  Pero afortunadamente llegó, no quedó en el limbo, y la obra sigue su propio destino.  Espero disfrute las tierras barcelonesas en las que finalmente se halla de paseo.











































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