Crónicas equinas –oficiales-

     Oficialmente, doy por concluida la primera etapa de mi Caballito de Carrusel.  O sea, ya está lista la estructura base sobre la que voy a hacer lo que originariamente quería hacer: pintar y decorar un caballito de calecita.

     Por fin voy a poder dar forma visual con luces y sombras, disimulando los (¡demasiados!) errores con los trucos que permite el color.  Y dar dimensión a la montura y los faldones con pintura con relieve y lacas vinílicas, que también servirán para dar mayor resistencia al todavía endeble empaste de papel.  Viene lo divertido, lo que quería hacer desde el principio.  Todo este trabajo previo para poder trabajar en lo auténticamente placentero.  Voy a dejar decantar unos días y la próxima semana tendré vía libre para jugar el juego que más me gusta.

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