sábado, 18 de mayo de 2013

ARTEBA 2013 Y LA CULTURA POPULAR





    Reconozco ab initio que es altamente probable que lo próximo que diga (escriba) esté tinto de auténtico, tangible y extremo RE-SEN-TI-MIEN-TO. Aclarada la cuestión, sigo. En un par de días inaugura ArteBA, la 22, y, otra vez y como siempre, no formo parte. Es para artistas de verdad, lo que no es mi caso. Se supone que es para el arte representativo contemporáneo y yo, obviamente, no represento nada. Hace tiempo, en las primeras ediciones, algo hicimos. Eran otros tiempos y se ve que lo mío entonces o no era tan malo o el nivel de la feria no era tan excelso. También es cierto que más galerías chicas participaban, había lugar para las revistas de arte de medio pelo, y la cosa era más abierta y accesible. Eso fue entonces, ahora estamos top top. No es para cualquiera (que vengo a ser yo y no habrá quién lo discuta). Ahora tenemos curadores iraníes (no voy a opinar sobre eso, símbolo elocuente de nuestro “avance”: el régimen chavista, los acuerdos con Irán y las misiones de comercio a Angola) y las empresas más fashion -Mercedes Benz, Chandon, Petrobras- regentean los espacios y concursos donde el ARTE (con mayúscula) se resume en una bota (si, el calzado) o unas cuantas sogas colgando desde el techo. Soy yo que no entiendo. Evidentemente el arte es otra cosa. Nos quedamos afuera y largamente atrás. 






     Por respeto a ese resentimiento que me reconozco, cada año por estas fechas (al menos desde que me caí del tren) trato de evitar no ya ir –que lo evito fácil dado mi poca sociabilización general- sino leer nada que tenga que ver con el evento. Pero se ve que hoy estaba con la guardia baja, torpe y descuidada, y cruzó por la línea de mi visión el suplemento ad hoc que trajo La Nación esta mañana. Y me hice mala sangre. Pero era de cajón, previsible. Bla, bla, bla. Sí, sangro por la herida. Sí, soy una pintora de fin de semana. Sí, lo mío es pasatiempo banal, no es “arte”. Estoy lejos de captar la intrínseca sabiduría de la mediocridad que implica no saber dibujar y no saber pintar pero aun así ser El Artista de moda descubierto por las galerías que marcan tendencia. Reconozco mi ignorancia. No entiendo de qué va y realmente que yo no lo entienda no le importa a nadie. Los astutos galeristas y los intuitivos coleccionistas del mundo puede seguir su camino triunfal pisoteando sin pena sobre mis nefastos restos. Y hasta ahí todo bien, yo podría haber sobrevivido el día de hoy sin sentarme a escribir destilando toda mi hiel resentida. Pero tuve que toparme con la columnita de opinión de Jorge Coscia (página 20 del suplemento ADN Cultura, La Nación, Sábado 18 de Mayo 2013). Será porque el Secretario de Cultura de la Nación tuvo el descaro de titular Patrimonio a Puertas Abiertas”. Será porque arranca afirmando sin pudor: En la última década el Gobierno Nacional ha abordado la recuperación de nuestro patrimonio como uno de los ejes rectores de las políticas culturales.” “¡¿Lo qué?!" diría la Catita de Nini Marshal; “Que lo parió…” sentenciaría Inodoro Pereyra



 


      ¿Recuperación? Sí, vamos, ¡seamos justos! Este gobierno a invertido en la recuperación de la cultura nacional. Millones y millones de dólares en el Fútbol para todos”, y en el boxeo para todos, y el automovilismo para todos (como las milanesas para todos, la merluza pascual para todos, dicen que ahora la ropa para todos y el menú diario de $ 6.- para todos así llegamos al esperado logro del HAMBRE PARA TODOS). Y la gran recuperación que ha significado el “VATAYON (así lo escriben ellos) MILITANTE”, un grupo de presos (sí, señores que están dentro de las prisiones por minucias como robar y asesinar a sus conciudadanos) que salen (¡!) de las cárceles para conformar murgas o bandas (con perdón) de instrumentos que "animan" eventos que según ellos son culturales y según el sentido común no pueden calificarse de otra cosa que de actos políticos de dudosa calidad. Hemos recuperado el arte en las calles cuando Delía y sus hordas toman comisarías en Barracas o cercan la embajada de Israel negando el holocausto. Recuperamos el sentido del ridículo (en altas dosis) cuando uno escucha unos instantes (más no se soporta) el “análisis de los medios” del canal estatal a travéz de 6,7,8 o presencia como designan “embajadora cultural” a la Coca Sarli. Recuperamos el descaro cuando “los muchachos” se ponen la camiseta de La Cámpora para repartir las donaciones de ciudadanos solidarios a los inundados de la catástrofe de La Plata. Recuperamos el sometimiento de nuestros derechos –cual estado de sitio- cuando al “democratizar la justicia” nos vedan de las medidas judiciales cautelares para defendernos del abuso del estado. 







      Y Coscia sigue (supongo que sólo para fastidiarme a mí, que ya quedó claro que no entiendo nada): La multiplicación de metros cuadrados dedicados a la cultura en estos últimos diez años es exponencial.” Sí, claro. Midamos. Los hoteles en el sur, el yacuzzi en el despacho de Boudou, las casas de millones de dólares de todos los funcionarios K, sus secretarios, sus choferes y hasta sus jardineros (la distribución de la riqueza –entre ellos- pero distribución al fin).



 


      Y sigue: Hemos venido a levantar las persianas, a quitar los candados, a abrir de par en par las puertas de los museos.” Quién va a discutir eso: a ellos no les gustan los candados. Bóvedas blindadas y cajas fuertes de última generación.







      Y termina: Con este gesto, empujamos una vez más la acción democrática de la reflexión, el debate y el disfrute colectivo, cumpliendo con nuestro deber de acercar el arte a todos los públicos.” ¿Qué entenderán por “debate”? ¿Y por “reflexión”? Sólo dios y la faraona (perdón, seamos exactos: la arquitecta egipcia reencarnada) lo saben. Pero estoy siendo injusta. Ella popularizó las carteras Louis Vuiton, los Leboutin, Harvard y el twiter presidencial. Auténtica cultura popular. Que el populacho mire y goce como Cristina necesita agrandar el vestido para que le entren los zapatos y agrandar la bóveda para que le entren los euros (debidamente pesados) que sigue facturando como la “abogada exitosa” devenida en “presidente exitosa”. Para todos y todas. Pobre país.





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