Ser
autodidacta (la parte divertida)
El
método prueba-error tiene su lado grato:
llevar a la práctica alegremente cualquier cosa disparatada que se nos cruce por la
cabeza. ¿Por ejemplo? Pegar papel picado
pedacito por pedacito y que quede integrado a la obra dándole sentido al
experimento.
Por ejemplo…
ya entusiasmada en pegar papelitos, cambiar el papel picado por papel de
diario sin perder la línea del dibujo...
Más acá, plagiar un Velazquez usando lápices
de colores, poniendo en el espejo el de la Blancanieves de Disney…
O plagiar un Fortuny sobre un trozo de
passepartout fucsia, que ensució los
colores hasta que en la enésima capa de óleo blanco lo vencí (yo soy más terca que el magenta es el nombre no oficial de la obra)
Quemar el papel base para que el chamuscado sea parte de la composición, abusar de la tinta en gel, darle relieves y texturas… a la hora de jugar se juega, y el autodidacta es un privilegiado que no siente ninguna culpa por ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario