sábado, 24 de febrero de 2018




     Cometí el error de agregar porcelana fría para suavizar la textura de la piel.  Creí que sería fácil, uno ve esos arreglos de flores delicadas y pequeños personajes simpáticos  que se venden en las casas de cotillón y piensa ¿cuán complicado puede ser?  Hasta que uno lo intenta, descubre que no tiene la más mínima idea de cómo manipular ese material, se enreda de mala manera y arruina lo que está haciendo.

     Primero la textura no mejoró en lo absoluto. No he sabido como amasar la porcelana en forma pareja y mucho menos cómo aplicarla sobre la cartapesta logrando suavidad. Después, y más grave, agregué un exceso de peso que volvió precaria la base y ladeo toda la figura.







     Agregué cordón de algodón a la base, en un intento de dar más fortaleza  y tensión a la base.







     Con unos recortes de tela traté de dar forma a algo de cabello y agregué un bonete.  Más que nada para proporcionar la cabeza que con el agregado de porcelana me quedó gigante.







     Y para calmarme los nervios agregué un poco de pintura, tratando  con el color de encontrarle algún lado positivo a lo que estoy armando:,.













No hay comentarios:

Publicar un comentario