Cometí el
error de agregar porcelana fría para suavizar la textura de la piel. Creí que sería fácil, uno ve esos arreglos de
flores delicadas y pequeños personajes simpáticos que se venden en las casas de cotillón y piensa
¿cuán complicado puede ser? Hasta que
uno lo intenta, descubre que no tiene la más mínima idea de cómo manipular ese
material, se enreda de mala manera y arruina lo que está haciendo.
Primero
la textura no mejoró en lo absoluto. No he sabido como amasar la porcelana en
forma pareja y mucho menos cómo aplicarla sobre la cartapesta logrando suavidad. Después, y más grave, agregué un exceso de peso que
volvió precaria la base y ladeo toda la figura.
Agregué
cordón de algodón a la base, en un intento de dar más fortaleza y tensión a la
base.
Con unos
recortes de tela traté de dar forma a algo de cabello y agregué un bonete. Más que nada para proporcionar la cabeza que
con el agregado de porcelana me quedó gigante.
Y para
calmarme los nervios agregué un poco de pintura, tratando con el color de encontrarle algún lado
positivo a lo que estoy armando:,.
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