miércoles, 6 de marzo de 2013




“(…) -…piojosos… los pobres son piojosos… -No, no debe decir eso- Arno se inclinó hacia delante, pálido pero con determinación-. Son seres humanos y por ello deben ser valorados. Y ayudados también, ya que no pueden solos. ¿Acaso en la Biblia no dice que los sumisos heredarán la tierra? -Ya lo han hecho- Guy soltó un aullido irónico. –Hay tumbas por todos lados llenas de ellos.” 

Carolina Grahan La muerte disfrazada, ML Editores SRL 2007.



     Si yo rezara (lo que, afortunadamente, no hago) elevaría una plegaria al inexistente dios de los ateos pidiéndole que me libre de las personas que son público adalid de la moral y de las buenas costumbres. Los modelos de sacrificados “padres” y abnegadas “madres”. Los dueños de la verdad. Los que “deben-ser-obedecidos”. Los INFALIBLES. A los que hay que reverenciar y acatar sin opción a la duda. Quién sea y a quién corresponda: por favor, ¡líbranos de ellos! 

      No es nada personal (toda forma de vida tiene derecho a la existencia), pero que me los aparten. Guardemos las distancias. El mínimo de ese “espacio vital” que supo generar una guerra. Les agradezco desde ya la intensión noblísima de evangelizarme, de hacerme regresar al buen camino, de recuperar el alma y ganarme el cielo. Muchas gracias, pero no. Estoy bien donde estoy siendo quién soy. 


      “¡Las nobles ambiciones! ¡Y esto es todavía la vida!- ¡Si la condenación es eterna! Un hombre que quiere mutilarse está bien condenado, ¿no es verdad? Yo me creo en el infierno, entonces estoy. Es la ejecución del catecismo. Yo soy esclavo del catecismo. Yo soy esclavo de mi bautismo. Padres, habéis hecho mi desgracia y habéis hecho la vuestra. ¡Pobre inocente!- El infierno no puede atacar a los paganos.”

Arthur Rimbaud Una temporada en el Infierno (Noche del Infierno).







     ¿Y me preguntabas por qué titulé esta obra Prisionera del Catecismo?





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