Aunque todavía no tengo fechas exactas ni una
confirmación definitiva, me aproximo a armar, por primera vez, una muestra
individual en Lanús. Desviación propia de quién está tan cerquita
de la Capital, siempre mostré preferentemente mi trabajo en la Ciudad de Buenos Aires, ya porque hay
más espacios donde postularse, ya porque su propia movida cultural asegura
público y difusión, ya porque es Baires, el lugar al que todos
queremos llegar, uno de los sitios más lindo del mundo.
Pero
desde fines del año pasado he estado tratando de contactar con los espacios de
exhibición locales para montar una muestra que abarque gran parte de lo que
estoy haciendo: algo de mis mixturas, algo de mis cachivaches con máscaras, y
¡mi Caballito
de Carrusel antes de que se desmorone!
¿Por qué hacerlo acá? Por cierta necesidad de regresar a mi propio
inicio: el primer lugar donde me premiaron (una mención) fue en el Salón
Municipal de Lanús del año 1992, donde Máscara con Mantilla -que
venía de ser rechazada en otros dos concursos- fue reconocida por el Jurado.
Hasta ese
momento mi trabajo había sido sistemáticamente rechazado, habiendo apenas logrado colgar
en colectivas un par de veces y en un bar por contacto insistente de
amigos. No sólo ser seleccionada en un Salón
Municipal sino ser premiada fue una confirmación en medio del fracaso
generalizado de ese tiempo; sentir con algún fundamento que no iba tan
equivocada en mi empecinamiento. Y a
partir de ahí me siguieron rechazando pero también empezaron a aceptarme y a premiarme en
paralelo, haciendo que entendiera que ni lo uno ni lo otro significaban
demasiado. Pero esa primera mención en Lanús fue una emoción tan auténtica que
hasta cuando la recuerdo vuelvo a vibrar con el gozo de la sorpresa y la certeza
de que esto vale la pena.
Y ese Salón
Municipal se desarrolló en la Casa
de Cultura de Lanús, y estoy a punto de confirmar esta muestra individual
en el mismísimo lugar. El eterno
retorno, el volver a las fuentes, el movimiento pendular de la historia. Es como hacer a la pobre Casa de Cultura responsable por este desvarío ridículo de mi Caballito
y llevárselo para que lo conozca, para que vea en qué derivo aquel voto
de confianza que fue la mención de Máscara con Mantilla.
La
Casa de Cultura fue inicialmente la Sala
de Primeros Auxilios y Dispensario de Lactantes "D. Juan Lanús",
construida por cuenta de esta familia sobre un predio de su propiedad en las
calles Sarmiento y Tucumán, donando a la Ciudad, e inaugurada en 1925.
Post
Data: Hoy
Mascara
con Mantilla y su secuela Máscara
con Mantilla II, cuelgan en la recepción de un estudio jurídico. A veces las veo y siguen pareciéndome serenas
y un poco distantes, algo frías. Como si
me exigieran con su mirada fija una explicación sobre lo que he estado haciendo
en todos estos años…
No hay comentarios:
Publicar un comentario