viernes, 3 de junio de 2016



“New York, 29 de Octubre de 1975

Querida Angélica:

   …Otro tema que está a la moda es el “RAPE”.  Parece que se practica en gran escala y que están por modificar leyes, etc… (cosas excelentes.  Es para lo único que yo dictaría pena de muerte, como suena).
   He comprado un libro sobre la historia del rape a través de los siglos que es pavoroso.  Te da una idea de lo que ha sido y es aún el machismo.
   Para mí, en ese sector, la civilización no existe aún.  Se está de acuerdo (porque así lo han impuesto los varones) que los hombres tienen “urges” a los que no se pueden resistir.  Es la mentira más grande que existe.  Lo que los varones tienen es la sensación de ser dueños y señores de todo. Te aseguro que el día que se ponga en práctica la manera de defenderse que les están enseñando a las muchachas, no va a quedar un matón en pie.
   No sé (para mí siempre fue evidente) cómo las mujeres no saben que el hombre es el animal más indefenso de la creación.  Está a la merced de una patada o de un golpe ya sabemos dónde.  No hay quién lo resista.  Claro que si vienen con un revólver en la mano no e tan fácil la defensa.  Pero así y todo… Hay que escarmentarlos.
   Fijate que me contó una muchacha americana cómo habían tratado y casi conseguido violarla en Sarah Lawrence (el gran college de mujeres).  Lo pescaron al tipo, y ella tuvo que encararse con él.  Lo condenaron a 3 años de cárcel y me parece nada.  Era un estudiante “distinguido” (como estudiante).   
   Lo que pasa en este mundo es que no hay sentido de la moral, de la verdad, de la honestidad, del tratar al prójimo como a sí mismo.  Todo está en ruinas.
   Siempre he pensado que no se necesitaba tener fe religiosa para observar cierta conducta moral, y la necesidad de observar esa conducta, para que el mundo no ande a los tumbos, es para mí la única prueba de la existencia de una energía espiritual (la de Bergson y Gandhi) sin la cual pasa… lo que está pasando ahora.  Agravado cada día, porque no se busca el buen remedio.
(…)
   Un caballo se comporta como un caballo.  Un tigre como un tigre.  Un mono como un mono.  Y entre los hombres pasa eso.  Hay caballos, tigres, monos, etc. y entre ellos es necesario vivir.  Claro que mejor es tomar ciertas precauciones.  Pero nada de imaginar que uno puede aislarse de eso.  Aunque mucho lo desee.
(…)
   Un beso
                                                           V.”

Victoria Ocampo, Cartas a Angélicas y otros, Editorial Sudamericana, Buenos Aires 1997, páginas 224/226.







No hay comentarios:

Publicar un comentario